El comisario agrícola explicó, durante una reunión de los ministros de Agricultura de la UE en Alden Biesen (Bélgica), que Bruselas pretende favorecer la utilización de este tipo de carburantes implantando una cuota obligatoria para el "biodiésel" o el "bioetanol" dentro del mercado de transportes. El objetivo de Bruselas es conseguir que estos combustibles tengan una cuota mínima de mercado de entre el cinco y el siete por ciento.
"Es necesaria una acción política para reflejar la relación coste/beneficio real, por ejemplo imponiendo tasas superiores a los carburantes fósiles, porque estos últimos no reflejan sus costes sociales, como las emisiones de dióxido de carbono, y suprimiendo los impuestos para los biocombustibles", dijo.
Fischler añadió que la Comisión ha puesto en marcha medidas como la autorización de cultivos no alimentarios sobre tierras en barbecho o ayudas incluidas dentro de los planes de Desarrollo Rural, para favorecer el uso de la biomasa como fuente de energía.
El titular español de agricultura, Miguel Arias Cañete, se ha mostrado, por su parte, contrario a gravar los combustibles tradicionales, aunque sí considera necesario un marco fiscal favorable a los biocombustibles que "permita desarrollar nuevas tecnologías para reducir la dependencia energética y la contaminación y, a la vez, dar salida a determinados productos agrícolas.