La biomasa necesita más apoyo económico para consolidarse

El consumo de biomasa en España tendrá que haber aumentado en 6,65 Mtep/año para 2010 si se quieren alcanzar los objetivos contemplados respecto a este fuente de energía en el Plan de Fomento de las Energías Renovables. Para ello, hay que duplicar el consumo actual, cifrado en 3,700 Mtep/año a finales de 1999. La meta es posible. La dificultad estriba en cómo llegar hasta ella, como quedó de manifiesto durante el encuentro, presidido por la Directora General del IDAE, Isabel Monreal, y al que asistieron representantes de la UE, CC.AA, empresas y organizaciones agrarias.

"En el actual mercado económico, sólo es rentable el 10 por ciento de la biomasa disponible. Si no se aumentan las ayudas a la biomasa, las empresas no invertirán en el sector", afirmó Fernando Ferrando, director general de la sociedad promotora SINAE Ferrando reivindica un aumento de las primas que se aplican a la producción eléctrica con biomasa, que en la actualidad alcanzan un máximo de 4,61 ptas por kWh. Petición en la que coinciden los responsables de Energía de las CC.AA andaluza, gallega y castellano leonesa.

"En Galicia, la biomasa de origen forestal (podas, restos de cortas, etc.) permitiría instalar 100 MW, equivalente a unos 68 ktep eléctricos –manifestó Ramón Ordás, Director General de Industria de la Xunta-. Pero los costes de obtención de estos residuos, que oscilan entre las 5,7 y las 6,5 ptas por kilo, distan mucho de las 3 ptas que puede llegar a pagar la central para ser viable económicamente. Si no se subvencionan esos trabajos y si no se aumentan las primas, la viabilidad de los proyectos seguirá dependiendo de las ayudas públicas, lo que dificultará alcanzar los objetivos de la UE para este tipo de energía".

Para Jesús Nieto, Director de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, el desarrollo de la biomasa depende, también, de que se superen otros poblemas ligados al sector, como la estacionalidad de la matería prima, creando centros de abastecimiento (CABS) que garanticen un suministro suficiente y de calidad. Manuel Ordóñez, director del Ente Regional de EREN (Castilla y León) pide, además, un plan de fomento específico para la biomasa, que esté disponible en 2001 e incluya medidas urgentes destinadas a impulsar el sector.

Manuel de Delás, secretario general de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), se manifestó en el mismo sentido. "En el momento actual, esta fuente de energía no alcanza la rentabilidad necesaria para que pueda vivir un lanzamiento similar al de la eólica" , afirmó de Delás. "La biomasa es, sin duda, la fuente de energía renovable que necesita un mayor y más decidido apoyo por parte de las administraciones. Con el actual marco de tarifas eléctricas y apoyos económicos, la generación de energía eléctrica mediante la combustión de biomasa no es viable", destacó, por su parte, Carlos Itoiz, de Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN). A este problema, según Itoiz, se le suman otros, como "la dificultad de la tecnología, la complejidad del acopio y la incertidumbre de disponer de combustible campaña tras campaña. Así resulta casi imposible incentivar a la iniciativa privada para que plantee proyectos serios que se puedan materializar.

Juan Luis Pla de la Rosa, gerente de PYMES del IDAE, opina de manera muy distinta. "No es cierto que haga falta subir las primas a la biomasa -asegura-. Lo que hay que hacer es apostar por el desarrollo tecnológico y mejorar la logística". En este sentido, el IDAE va a impulsar la creación de centros de abastecimiento. En cuanto al desarrollo tecnológico, el representante del IDAE destaca la necesidad de promoverlo en todas sus facetas: investigación básica, equipos y aplicaciones. Aspectos que ya están contemplados en el Plan de Fomento de las Energías Renovables y que, en su opinión, permitirán alcanzar a medio plazo el suficiente grado de madurez tecnológico de la biomasa y que esta fuente de energía sea competitiva con los sistemas convencionales.

Cultivos energéticos

Pese a las dificultades señaladas, los asistentes al encuentro coincidieron en el alto potencial que tiene la biomasa en España. En este sentido, Jesús Fernández, catedrático de Producción Vegetal de la ETS de Ingenieros Agrónomos de Madrid, señaló que la biomasa de cardo (Cynara cardunculos), tanto para producir electricidad como calor, podría llegar a ser una de las más atractivas desde el punto de vista de rentabilidad y medioambiental.

"De acuerdo con los datos facilitados por CECSA, la empresa promotora de la planta termoeléctrica que utilizará biomasa de cardo en Burgos, los beneficios brutos que obtendrá la central serán del orden de1 ptas por cada kg de biomasa", señaló Fernández. "Para el agricultor, el beneficio podría estar entre las 15.000 y las 20.000 ptas por ha. A este beneficio hay que añadir las subvenciones a las que se puede acoger y el ahorro que supone no tener que realizar labores de barbecho, estimadas en unas 11.000 ptas por ha".

El potencial de cultivo de cardo en España es, además, muy alto. De acuerdo con Fernández, se le podría destinar el 10 por ciento de la superficie agrícola dedicada a cultivos de secano (en superficies de un máximo de 30 km), manteniendo, así, la actividad del sector agrario en zonas poco favorecidas. En cuanto al aspecto medioambiental, sus ventajas son indudables ya que la combustión del cardo es neutra en emisiones de dióxido de carbono (por tanto, no contribuye al efecto invernadero) y su contenido en azufre es bajísimo, lo que evita la generación de lluvias ácidas.

La elaboración de biocarburantes es otro mercado repleto de futuro. Jorge Osborne, director de Ecocarburantes Españoles (Abengoa), empresa que fabrica bioetanol (aditivo para las gasolinas), destacó en el encuentro que "el uso de biocarburantes, además de reducir las emisiones incompletas de hidrocarburos, ayuda a frenar las emisiones de CO2. Así, un vehículo que teóricamente se moviera sólo con biocombustible no tendría impacto en el efecto invernadero". En cualquier caso, según Rafael Gómez Mendizabal, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, también los biocarburantes necesitan de una exención fiscal para poder estar en el mercado. Y, desde el luego, el compromiso de los agricultores.

Las palabras de José Manuel Delgado, representante de la unión de Pequeños Agricultores (UPA), pueden servir para resumir lo que opina el gremio al respecto: "Es el momento oportuno para plantear una política agroenergética que asuma otras políticas como la agrícola, la ambiental, la energética y la de desarrollo rural. Para llevarlo a cabo es imprescindible más investigación en este tipo de cultivos y, sobre todo, invertir en la formación y la información a los agricultores".