Los pronósticos de Luís Puchades fueron uno de los muchos con contenido esperanzador que se escucharon en el salón de convenciones de Mapfre de Madrid los pasados 18 y 19 de junio. Ana Rodríguez Cruz, subdirectora general de Prevención de Residuos del Ministerio de Medio Ambiente, apoyó esta apuesta destacando que “la utilización y optimización de la producción de biogás son elementos claves para contribuir a la consecución de objetivos de la política ambiental en materia de residuos y cambio climático”.
Cincuenta ciudades de Europa utilizan biogás como carburante
Para demostrar la apuesta conjunta entre la administración, las empresas y el mundo científico, se incidió en la importancia del proyecto Probiogás, coordinado por el centro tecnológico AINA. La principal conclusión extraída hasta le momento de esta iniciativa, que abarca hasta el año 2010, es que el biogás de procedencia agroindustrial es un mercado emergente en España, con buenas perspectivas y algunas barreras, aunque este proyecto permitirá dinamizar y facilitar un adecuado desarrollo en nuestro país.
En el campo de los proyectos concretos, destacaron por encima de todos aquellos que ya trabajan con el biogás como carburante. Representantes de la empresa IVECO dieron a conocer su gama de vehículos GNC, que ya pueden circular con biogás y que están presentes en flotas de más de cincuenta ciudades de toda Europa, incluidas Burgos, Madrid y Lleida. Por otro lado, Francina Solé, de Ros Roca, puso como ejemplo el uso de biogás en la ciudad sueca de Vasteras, producido a partir de residuos domésticos, aceites usados de restaurantes y cosechas de los agricultores locales. El combustible alimenta la flota de autobuses de la ciudad y a la de camiones de recogida de residuos y proporciona calor a la ciudad en invierno.