El cambio en la definición de cultivo energético forestal genera reacciones opuestas

Los cambios sobre la biomasa introducidos en el real decreto del Régimen Especial han creado reacciones opuestas. Si bien ha tenido una buena aceptación en general el aumento de la prima a la producción eléctrica con cultivos forestales, que pasa de 6,89292 céntimos de euros kW/hora, a 15,889 céntimos para centrales menores de 2 MW y 14,2833 céntimos para las que sean mayores, otras modificaciones han suscitado a la vez críticas y alabanzas. Este es el caso de la denominación de cultivo energético forestal. Según los papeleros, por boca de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL), “la nueva definición incluye la práctica totalidad de los bosques” y esto puede provocar “la combustión indiscriminada de troncos y árboles enteros”, en lugar de estimular la recogida de los residuos forestales.

Sin embargo, la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) ha salido en defensa de esta modificación, pues considera que la “producción de cultivos forestales con especies de crecimiento rápido en el norte de España es excedentaria”. Como especifica, si en Galicia se producen alrededor de 9 millones de m3 de este tipo de cultivos de especies como el eucalipto, sólo se cortan 3 millones de ellos.
“En APPA consideramos que este recurso, hasta ahora no utilizado, podría valorizarse energéticamente en plantas de biomasa, contribuyendo de esta forma a incrementar la generación de electricidad renovable”, defiende esta asociación.

Unos y otros ven con ojos muy distintos el nuevo real decreto de las renovables y es que a partir de ahora los papeleros pueden encontrarse con un duro competidor a la hora de explotar los bosques del país.

Por otro lado, APPA ha destacado también la introducción en el real decreto de otra novedad: la posibilidad de hibridar combustibles distintos en una misma planta. Esto puede resultar muy ventajoso para las plantas de biomasa, pues les permitiría aprovechar mejor los recursos de cada zona. No obstante, obligará también a incrementar el control sobre lo que se quema en las centrales. Motivo por el cual, el real decreto prevé el seguimiento y la identificación de los diferentes tipos de combustible.

Más información:
http://www.aspapel.es/
http://www.appa.es/