“Nuestra idea surgió como muchos proyectos: estudiando una cosa y descubriendo otra. Concretamente estudiábamos la toxicidad de las nanopartículas de óxido de hierro en procesos biológicos anaerobios de tratamiento de residuos cuando descubrimos que no sólo no eran tóxicas, sino que, además, estimulaban la producción de biogás”. Eudald Casals, investigador del ICN2 participante en el proyecto, explica así como nació BiogásPlus.
Según informa el ICN2, el desarrollo de BiogásPlus ha sido realizado por el grupo de Nanopartículas Inorgánicas de este instituto, liderado por Víctor Puntes, investigador de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), y por el grupo de Compostaje de Residuos Sólidos Orgánicos de la Escuela de Ingeniería de la UAB, dirigido por Antoni Sánchez. “El sistema se basa en la utilización de nanopartículas de óxido de hierro como un aditivo que ‘alimenta’ las bacterias encargadas de degradar la materia orgánica. Este aditivo aumenta de manera sostenida la producción de biogás y al mismo tiempo transforma las nanopartículas de hierro en sales inocuas”, explican en la nota de prensa.
Incremento del 200% en la producción de biogás
Los investigadores partían de una producción de biogás que consideran que actualmente es relativamente poco eficiente (convirtiendo sólo del 30 al 40% de la materia orgánica) si se compara con otras fuentes de energía. “Las primeras pruebas de BiogásPlus han demostrado que el producto incrementa hasta un 200% la producción de este gas combustible. Esto significaría una solución rentable y sostenible al procesamiento de residuos orgánicos, favoreciendo la expansión de esta fuente de energía renovable”, afirma Eudald Casals.
BiogásPlus ya se ha aplicado con éxito en celulosa y barros de depuradoras urbanas, pero adelantan que también se puede emplear en otros procesos de digestión anaerobia asociados a residuos agrícolas, industriales y urbanos. Antoni Sánchez reconoce que “ahora el reto es extrapolar la tecnología a digestores con capacidad de centenares de metros cúbicos. Esto permitiría utilizarla en procesos con residuos de gran nivel de producción en todo el mundo, aumentando significativamente la producción de biogás, una energía renovable en crecimiento y accesible para todo el mundo”.
El camino para alcanzar esa extrapolación ya se ha comenzado a andar, ya que los investigadores han creado la spin-off (iniciativa empresarial promovida por miembros de la comunidad científica y universitaria) Applied Nanoparticles. “Nuestro concepto de negocio se centra en el diseño de procesos de baja energía, baja toxicidad, minimización de residuos y reducción de las emisiones contaminantes”, afirma Víctor Puntes, quien añade que “la composición del aditivo se puede optimizar para cada tipo de residuo a tratar para ofrecer la máxima eficiencia en el proceso”.