A principios de 2012 este portal dio a conocer los primeros pasos de All Gas, un proyecto encuadrado y financiado por el Séptimo Programa Marco de I+D+i de la Unión Europea. Liderado por Aqualia, la estación depuradora de aguas residuales de El Torno, en Chiclana de la Frontera, se convirtió en uno de los principales centros de actuación, dentro de un proceso de fabricación de biometano a partir de los procesos de depuración de aguas y cultivo de microalgas.
Entre los objetivos del proyecto estaba desarrollar sistemas de mejora del biogás a biometano para aportar combustible a más de doscientos coches. Pasados casi ocho años, en España el proyecto solo ha alcanzado hasta el momento a suministrar biometano a siete vehículos. El último lo presentó el Ayuntamiento de Chiclana a la prensa el pasado viernes.
El alcalde de la localidad, José María Román, habla de una década desde que se gestó All Gas: “hace diez años nos presentaron un proyecto, en el que, a través de las aguas que llegaban a la depuradora, se podían cultivar algas para producir biogás; y el lugar elegido era Chiclana por el espacio de salinas en el que se ubica la estación depuradora. Sin embargo, no sabíamos qué iba a ocurrir”.
Avances que van por delante de la normativa
El propio alcalde no dejó de mencionar uno de los escollos que impiden que en España salten definitivamente a la escala comercial los proyectos que se mueven a escala de investigación desde hace tantos años: “tenemos el hándicap de que estos avances van por encima de la normativa en vigor”.
No obstante, para Román el resultado de All Gas es un éxito “porque son ya siete los vehículos que están funcionando con biogás procedente del proceso de depuración de las aguas residuales de Chiclana”. El último, adquirido por Chiclana Natural, es el tercero que se incorpora a la flota de esta empresa municipal.
Doble depósito, para biometano y gasolina
El jefe del área de Sostenibilidad de Aqualia y responsable del proyecto, Zouhayr Arbib, afirmó que “estamos moviendo un vehículo en Chiclana desde mayo de 2016 y la calidad del biogás, que lo revisamos cada cinco minutos, es muy buena, ya que cumple con todos los estándares existentes”. Según Aqualia, los vehículos “hacen una media de 500 o 600 kilómetros al día”.
El Ayuntamiento explica que “todos tienen un doble depósito de biogás y gasolina, por lo que puede repostar en cualquier estación de servicio en caso de necesidad”. Además de los tres coches que realizan tareas municipales, hay cuatro de Aqualia para las pruebas de combustible, “que se realizan desde que los railways (sistema de cultivo de algas) a tamaño real entraron en funcionamiento”.