Hace año y medio, el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias autorizó la solicitud, presentada por Biogastur, para la construcción de una planta de tratamiento y depuración de purines de vacuno y aprovechamiento de biogás en San Antolín de Villanueva, en el concejo de Navia. La pasada semana, representantes de Biogastur, CLAS, el concejo de Navia y el Gobierno asturiano presentaron el inicio de las obras de la planta, que gestionará mil toneladas diarias de residuos procedentes principalmente de explotaciones ganaderas cercanas y generará quince empleos directos.
En la información contenida en el Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias 2014-2024, se precisa que las instalaciones contarán con una planta de cogeneración de 4 MW y que los residuos con los que operará serán purines y estiércoles (de cerdo y de vacuno, gallinaza....), con una capacidad de tratamiento de 1.060 toneladas diarias, de las que un 9% será materia seca. En menor medida, recibirá restos vegetales de la industria alimentaria (matadero, industrias cárnicas, pesqueras....), que serán en torno a 120 t/día; y lodos procedentes del tratamiento de la fracción líquida de estas industrias.
¿Digestato como fertilizante o para quemar en Ence?
Según las informaciones recogidas por la prensa asturiana, la planta estará operativa en 2015. En el acto de presentación del inicio de construcción, el presidente de Biogastur, Antonio Pérez, destacó las trabas administrativas para poner en marcha una actividad de estad características en Asturias, y el presidente de CLAS, Bertino Velasco, calificó el proyecto como muy positivo para el sector ganadero, que vive momentos duros: “los purines eran un inconveniente y limitaban la actividad del ganadero”. Sin embargo, la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies (CEA) denunció públicamente el destino que se va a dar los residuos y subproductos que se generarán durante la actividad industrial.
En el recurso de reposición contra la planta que presentaron en febrero de este año ya alertaban que “el Servicio de Aguas del Principado había planteado numerosas deficiencias en el estudio presentado por la empresa para aceptar el vertido de las aguas del proceso al emisario de Ence, que también lleva las aguas de Industrias Lácteas Asturianas y tiene previsto llevar las del futuro saneamiento de la Edar de Navia-Coaña”. Por otro lado, se oponían a que “el digestato seco se utilice como combustible en la papelera (de Ence) como pretende la empresa”. Durante la presentación del proyecto, los responsables del mismo afirmaron que dicho digestato se utilizará como fertilizante orgánico en la agricultura y que los efluentes líquidos pasarán por un exigente proceso de depuración.
A pesar de todo, desde la CEA afirman que, ante la falta de respuesta del Principado y del Ayuntamiento de Navia a las alegaciones y sugerencias que presentó en los diferentes trámites del proyecto, han decidió denunciar ante la Comisión Europea los impactos asociados a la planta, que recuerdan, "verterá el residuo final y altamente contaminante al emisor submarino que se incorporará directamente al mar en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) de Peñarronda-Barayo". Según informa La Nueva España, el alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, respondió a esta denuncia afirmando que “no podemos entender el ecologismo como un juego de salón en el que siempre te pillo”, en referencia a que los ecologistas también critican el vertido incontrolado de purines sin tratar.
