Contando con que no todas las plantas reseñadas en el mapa tienen información sobre los parámetros referidos, incluida la capacidad de generación medida en metros cúbicos por hora (m3/h), las asociadas al complejo de Valdemingómez (Madrid) suman la mayor de toda Europa. Por ejemplo, tienen una capacidad mayor que las 31 de Suecia.
Pero una cosa es la capacidad (6.500 m3/h) y otra la producción real. Según los datos aportados por la memoria de 2016 del denominado Parque Tecnológico de Valdemingómez, dicha generación está en torno a la mitad. Esta es una de las muchas lecturas que permite el mapa elaborado por GIE y la EBA.
El mapa registra y ubica todas las plantas de biometano conocidas en Europa, que suman 497, con independencia de su estado actual de conexión o no a la red. Lo presentan como “el primero de su tipo, elaborado gracias a la información actualizada recopilada por asociaciones nacionales de biogás, agencias de energía y empresas”. Entre ellas están la Asociación Española de Biogás y el Ayuntamiento de Madrid.
De cada planta, si está disponible, se aporta información sobre su conexión a la red de gas, la capacidad de generación, el sustrato principal utilizado, la tecnología de conversión a biometano y la fecha de entrada en operación. En cuanto a la infraestructura, se reflejan los puntos de interconexión y los gasoductos.
Podio para Alemania, Reino Unido y Suecia
La lista de los países con plantas la domina Alemania, con 194, seguida del Reino Unido, con 85, y Suecia, con 63. A partir de aquí quedan Suiza (31), Francia (30), Países Bajos (26), Dinamarca (22), Austria (15), Finlandia (12), Italia (7), Noruega (4), Luxemburgo (3), Hungría (2), Islandia (2) y España (1).
La gran mayoría de las instaladas en Alemania producen biometano a partir de cultivos energéticos. Las del Reino Unido no contienen datos sobre las materias primas empleadas como sustratos y algo similar ocurre con Suecia, donde la gran mayoría (48) destinan el biocombustible al transporte.
En Suiza la mayoría están asociadas a vertederos y depuradoras de aguas residuales, mientras en Francia hay predominio de digestores anaerobios con residuos agrícolas y ganaderos, al igual que en Dinamarca. Las plantas de los Países Bajos acogen una gran variedad de sustratos.
Mejor en 2017 que en 2016
Boyana Achovski, secretaria general de GIE, está convencida de que “las redes europeas de distribución de gases están listas para garantizar que el biometano se transporte y se inyecte localmente y se utilice a nivel mundial". Aún así, la propia Achovski reconoció en un evento celebrado en Bruselas el año pasado que se necesita mejorar en la integración del biometano en dichas redes.
Jan Stambasky, presidente de la EBA, afirma que “con el gran desarrollo que se espera dentro del sector del biometano en los próximos años, este mapa ahora pionero podría ser el primero de una larga serie". No obstante, el mapa también refleja que el crecimiento en número de plantas se redujo en 2016 (9 por ciento) con respecto a 2015 (24 por ciento).
Se espera que los datos finales de 2017 supongan un nuevo repunte de dicho crecimiento, ya que solo en el primer trimestre ya se habían registrado tantas instalaciones nuevas (41) como en todo 2016. En este año se notó el cambio de la legislación alemana y en los sistemas de primas e incentivos asociados.