En España, Estrella de Levante, gracias a la participación de Ludan España, cuenta con el biogás como aportación energética en su fábrica de Murcia. Mucho antes, en 2006, en Energías Renovables anunciábamos la puesta en marcha de digestores anaerobios en la planta de la Compañía Cervecera Canaria en Las Palmas.
Desde Heineken, confirman que, también en España, “se aprovecha el biogás en las fábricas de Madrid y Sevilla con un proceso básico: se depura el agua residual y, como consecuencia, se produce una emisión de biogás que aprovecha directamente en sus calderas”. Y concretan que “en 2017 supuso el 5 y el 10 por ciento de la energía térmica de cada fábrica, respectivamente”.
Como anuncian en el programa internacional recientemente presentado (Drop the C), el objetivo del aumento del suministro de energía con fuentes renovables es global, por lo que el paso del 14 al 70 por ciento hasta 2030, partiendo de los niveles de 2008, también afectará a España. En la actualidad, el 7 por ciento de la energía térmica utilizada por Heineken se abastece con biomasa y biogás.
Biogás en Valencia, Austria y Nigeria
Las bases también están asentadas para que otra fábrica de Heineken en España pueda contar con una planta de biogás. Al menos así lo plantea un estudio de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos de la Universitat Politècnica de València, que. tras analizar todas las operaciones con un impacto ambiental de esta fábrica, proponen “la instalación de un equipo de lavado del biogás de su depuradora para reutilizarlo en las calderas de cocción”.
Fuera de España, Heineken cuenta con el biogás, entre otras renovables y sistemas de ahorro y eficiencia energética, en Austria, donde se levanta la que califican como su fábrica neutra en emisiones. También en Nigeria se emplea biogás, que cambia a biomasa en instalaciones de Vietnam o Brasil.
ABinBEV y Carlsberg, también con biogás
Pero, entre las tres grandes multinacionales cerveceras, no solo Heineken echa mano del biogás. Como se ha visto, Compañía Cervecera Canaria, que forma parte del mayor grupo mundial, ABinBEV, lo emplea desde 2006, como también lo hace en otras factorías de la misma compañía repartidas por el mundo.
La tercera en discordia, Carlsberg, lanzó el año pasado igualmente un programa denominado Together Towards Zero, con el objetivo principal de acabar con las emisiones de carbono de todas las fábricas de cerveza y lograr una reducción del 30 por ciento en la huella de carbono de su logística para 2030. Un buen banco de pruebas son las instalaciones de Falkenberg, en Suecia, donde el cien por cien de la energía es renovable, con un importante papel para el biogás.