Ninguna planta sobre la que la Asociación Europea de Biogás tenga información de las tecnologías que emplea para purificar el biogás y convertirlo en biometano utiliza procesos biológicos. Así lo expone en su último informe estadístico, donde la separación del metano del resto de componentes del biogás mediante membranas aparece como la tecnología más extendida, seguida de otras por absorción química y adsorción por cambio de presión.
“El principal problema de estas tecnologías es el elevado precio, especialmente a pequeña escala” señala EnergyLab en una nota de prensa. Añade que desde 2014 se ha ido especializando en tecnologías de purificación de bajo coste, entre las que destacan la carbonatación acelerada y la metanación biológica.
Son las tecnologías que emplearán en una nueva planta que “forma parte de la segunda fase de la Unidad Mixta de investigación de Gas Renovable, que inició su actividad a finales de 2016 como un proyecto conjunto de Naturgy (Gas Natural S.D.G. y Gas Natural Fenosa Engineering) y el centro tecnológico EnergyLab”, informan desde este mismo centro. El proyecto cuenta con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea y cofinanciación de la Axencia Galega de Innovación.
Biometano con un 95 por ciento de metano
Esta unidad de investigación cuenta con la colaboración de la estación depuradora de aguas residuales Bens, situada en la ciudad de A Coruña y donde se ubica la planta de purificación. Una parte del biogás generado en la depuradora, tras someterlo a un proceso de limpieza (eliminación de vapor de agua, partículas, sulfuro de hidrógeno, etcétera) es purificado, se le reduce el contenido en CO2, para convertirlo en biometano.
Según explican en EnergyLab, durante la metanización biológica “las arqueas hidrogenotróficas (microorganismos unicelulares) utilizan H2 y CO2 para producir metano, este sistema se conoce también como Power2Gas porque permite el aprovechamiento de excedentes de energías renovables a través de la generación de hidrógeno y de su conversión a biometano, que puede ser inyectado en la red de gas o usado en movilidad”.
Añaden que estas tecnologías permiten alcanzar ratios de purificación por encima del 95 por ciento de metano. La legislación en España admite un mínimo del noventa por ciento de metano para los gases que se inyecten en las redes o se empleen como biocombustibles en vehículos.
Biometano con un 99,5 por ciento de metano
En España, otro centro tecnológico (Ainia) y otra planta de biogás (la de Estrella de Levante en Cañada Hermosa, Murcia; gestionada por Ludan Renewable Energy España), llevaron a cabo un proyecto de investigación con una tecnología denominada GreenUpgas. En ella se combinaban dos etapas de acondicionado y purificación del biogás para obtener biometano empleando métodos también biológicos “de bajo coste y menor impacto ambiental”.
Andrés Pascual, responsable del departamento de Medio Ambiente, Bioenergía e Higiene Industrial de Ainia, recuerda que "en GreenUpGas se desarrolló un estudio a escala piloto con una biotecnología de dos etapas: purificación fotosintética (microalgas) e hidrogenotróficas. El H2 se obtenía de la electrólisis de agua con la electricidad proporcionada por un panel fotovoltaico. En nuestro caso utilizamos las microalgas que absorben CO2, y el resto del CO2, junto con el H2, es lo que emplean las hidrogenotróficas para producir metano extra".
No obstante, empresas como Bright Biomethane, que comercializan otros sistemas, como el de tecnologías de membranas, aseguran que recuperan un 99,5 por ciento del metano, “más que cualquier otro sistema”. Además, resaltan el “bajo consumo de electricidad (0,22 kWh/Nm3 de biogás), no se necesita calor para el proceso de tratamiento del biogás y la recuperación de calor (> 0,25 kWt/Nm3 de biogás) cubre el principal consumo de energía de la instalación de biogás”. Y todo con “un nivel de precio competitivo”.