El informe de Gas for Climate elaborado por Guidehouse (Market state and trends in renewable and low-carbon gases in Europe) no solo tiene en cuenta los gases renovables. Acorde con el consorcio de empresas gasistas que lo forman, el gas fósil, y sobre todo la producción de hidrógeno a partir de esta fuente con captura y almacenamiento de carbono (lo llaman hidrógeno azul), tienen también cabida en el informe.
Sin embargo, destacan especialmente la actualidad y la tendencia de futuro asociadas al biometano y le hidrógeno verde, es decir, el que se produce con fuentes de energía renovables. En cuanto al primero, concluyen que aumenta rápidamente a costos decrecientes. En concreto, recogen un quince por ciento de crecimiento del biometano inyectado en la red en 2018 y que el 65 por ciento se produce a partir de desechos orgánicos y biorresiduos.
En cuanto al hidrógeno, reconocen que la implantación de la infraestructura necesaria para su producción, distribución y consumo está menos madura, “con desarrollos tempranos de infraestructura y almacenamiento comerciales y pilotos para aumentar los niveles de mezcla”. Aún así, esperan “una oleada de proyectos de hidrógeno azul y verde en los próximos años”.
Hay que acelerar el comercio transfronterizo de biometano
El informe señala que las infraestructuras de gas existentes se utilizan cada vez más para transportar biometano y se preparan para transportar hidrógeno. Consideran que la tendencia va en la dirección correcta para lograr los objetivos de descarbonización de 2030 y alcanzar también las metas de creación de empleo que expusieron en otro informe publicado a finales de 2019.
No obstante, el presente informe constata que “todavía se requiere una aceleración para aumentar el comercio transfronterizo y reducir los costos de producción para ambos gases”. Se identifican como sectores claves en el aumento de la demanda durante la década de 2020 a la industria, el transporte y los entornos edificados.
En el transporte pesado por carretera aumenta el uso de bio-GNL (gas natural licuado), bio-GNC (gas natural comprimido) e hidrógeno. Por el contrario, la industria del transporte marítimo se encuentra aún en una etapa temprana de utilización de estos biocombustibles. Y la edificación hay un proceso de renovación, “pero se requiere una aceleración”, apostilla el informe