Primero se presentó en junio el proyecto de ampliación y los nuevos contenedores, que se caracterizan por ser estancos y evitar el derramamiento del aceite, y ahora culmina su implantación. Según el Ayuntamiento la instalación final comenzó la pasada semana. “La colocación (de 120 nuevos contenedores) se realizará durante diciembre y el primer trimestre de 2017, dotando a la ciudad con 222 puntos de recogida; es decir, un contenedor por cada 3.000 habitantes”.
El destino principal del aceite usado de cocina recogido es la fabricación de biodiésel y, en menor medida, la generación de electricidad y la elaboración de barnices. El consistorio afirma que durante 2015 se recogieron 129.431 litros en la ciudad. La recogida de aceite usado se realiza en Zaragoza desde 2003 y el último dato anterior a 2015 corresponde a 2013, con una recogida de 90.000 litros. Hasta entonces se calculaba que se habían recuperado 500.000 litros que equivalen, una vez transformados, a 475.000 litros de biodiésel.
26 puestos de trabajo
La labor de recogida y gestión del aceite antes de ser enviado a las plantas de biodiésel la realiza en Zaragoza Recikla, el centro especial de empleo de Fundación Adislaf. Como ocurre en otros puntos de España con iniciativas similares, este trabajo sirve para que se integren en el mercado laboral personas con algún tipo de discapacidad. A pesar de que el Ayuntamiento anuncia que con la ampliación de los puntos de recogida se generarán seis nuevos puestos de trabajo, Recikla ya aseguraba en junio que contaba con ese número de empleos.
Sin embargo, la economía social que gira en torno a la recuperación y conversión del aceite de cocina usado en biodiésel peligra si se confriman los temores de APPA Biocarburantes. Esta sección de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) criticaba a principios de este mes que la CE, en su reforma de la directiva de energías renovables, “haya excluido a los biocarburantes fabricados con aceites de cocina usados y grasas animales de categoría 1 y 2, y que proponga limitar su aportación a la nueva obligación de biocarburantes renovables y/o avanzados”.