La ratificación de Christian Rakos, de la asociación austríaca Propellet, como presidente del EPC (siglas en inglés del Consejo Europeo del Pélet) y la elección de Marcos Martín, de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), como vicepresidente se llevaron a cabo durante la última asamblea de la asociación. Javier Díaz, presidente de Avebiom, defendía la presentación a la vicepresidencia para “hacer valer nuestra amplia experiencia en la gestión de sistemas de certificación y la rápida implantación del sello de calidad ENplus para pélet doméstico en España”.
Según informa Avebiom, finalmente se alzaron con el puesto por once votos de 17 y ganaron a la candidatura encabezada por Eija Alakangas, del Centro Tecnológico de Investigación VTT de Finlandia, reconocida experta en procesos de normalización de la biomasa en Europa. En la actualidad el EPC agrupa a veinte países europeos más Canadá, Estados Unidos y Japón. Pero, por encima de las diferencias en las votaciones, el mensaje unívoco que salió de la asamblea de Berlín fue el de solicitar a la Comisión Europea que se definan los requisitos de sostenibilidad para el pélet, conscientes de que “el crecimiento debe ser ordenado para evitar problemas posteriores”.
Duplicar la producción con seguridad y sostenibilidad
Entre los retos destacados que debe afrontar el EPC se citan la integración en los mercados internacionales, implementar la sostenibilidad de la biomasa y “mantener la confianza que han depositado en el sistema ENplus el consumidor final y las empresas certificadas”. También afirman trabajar a nivel interno para armonizar la relación entre los miembros nacionales especialmente en tres áreas: gestión integrada de ENplus, sistematización de la información y mejora de las estadísticas.
El posicionamiento en un mercado en continuo crecimiento obliga a extremar aspectos como la seguridad en el suministro y la sostenibilidad. Según cálculos del EPC, ”el consumo de pelets en Europa, en la estimación más conservadora, se duplicará en los próximos cinco años, mientras que Canadá y Estados Unidos multiplicarán por tres sus producciones”. Durante su intervención en el panel de certificaciones de calidad de biocombustibles sólidos del 8º Congreso Internacional de Bioenergía (22 de octubre, en Valladolid) Marcos Martín recordó que la demanda global de pelets para 2020 alcanzará los ochenta millones de toneladas.
Dentro de la información aportada por Martín, basada en datos del EPC, se estima que sesenta millones de toneladas de esa demanda se destinen al sector industrial y veinte al doméstico. En la actualidad la demanda se sitúa en torno a los cuarenta millones: diez domésticos y treinta industriales. Para Europa la cantidad prevista rondará los 22 millones, de los cuales poco más de un millón corresponden a España. El país con más demanda prevista es Italia, que superará los cuatro millones. El nuevo vicepresidente del EPC expuso también que “en torno a la mitad del pélet producido en Europa, más de tres millones de toneladas, está certificado con EnPlus”.