El cultivo del tabaco moro (Nicotiana glauca), también llamado gandul o árbol del tabaco, debe hacerse bajo estrictas medidas de seguridad, ya que está considerada como una planta exótica invasora en algunas partes de Europa. En España, donde ya existe experiencia en el estudio de esta especie como posible suministradora de biodiésel, al menos Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana la consideran como invasora. Precisamente, el único representante español de los once socios que engloba Multibiopro es la empresa de biotecnológica Abba Gaia, cuya actividad principal es la descontaminación de suelos y lodos con niveles tóxicos de metales pesados mediante el uso de plantas mejoradas genéticamente de tabaco moro.
Cordis, agencia de la Comisión Europea vinculada a la difusión de noticias sobre I+D+i, confirma que este proyecto aprobado dentro del Séptimo Programa Marco “trabaja en el desarrollo de aceites y biomateriales no alimentarios de segunda generación extraídos del álamo temblón y de Nicotiana glauca”, y añade que “ambas plantas medran en terrenos marginales y podrían cultivarse a gran escala sin que compitieran con cultivos alimentarios”.
Sustituir aceites de cocina usados por aceite de tabaco
El fin último de Multibiopro, iniciado en 2012 y con final en 2016, es obtener biocarburantes de segunda generación, pero también compuestos que puedan extraerse de biomasa de desecho para su empleo en industrias como la farmacéutica o la construcción. Staffan Persson, del Instituto Max Planck de Fisiología Molecular de las Plantas y coordinador del proyecto, precisa que “en Multibiopro participan socios académicos e industriales que colaboran estrechamente para aprovechar los compuestos disponibles en nuestras especies y posteriormente venderlos a otras empresas de mayor envergadura que puedan sacarles provecho para el resto de la sociedad”.
En relación al tabaco moro, otro socio del Reino Unido, Neutral Group, será el encargado de cultivarlo en una finca experimental de Dubai. En la noticia difundida por Cordis se explica que “el aceite extraído podría sustituir al aceite usado de cocina, la materia prima utilizada ahora por el grupo en su biorrefinería, cercana a sus instalaciones”. “Durante este periodo de pruebas –añaden–, el equipo del proyecto confía en averiguar cuál es la calidad del biodiésel que puede extraerse de esta planta de tabaco y, en concreto, si es capaz de cumplir con los estándares internacionales”.
Multibiopro es el acrónimo del nombre completo en inglés del proyecto: The development and evaluation of Multipurpose crops as new biorefining feedstocks for the production of industrial BioProducts and biomass. Cuenta con un presupuesto de 7,3 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea contribuye con 5,7 millones. Además de centros de investigación y empresas tecnológicas de España y Reino Unido, entre los once socios los hay también de Suiza, Bélgica, Alemania y Suecia.