En un contexto en el que la Unión Europea y los Estados miembros se esfuerzan por alinear sus políticas energéticas con ambiciosos objetivos de descarbonización, el biometano emerge como una solución energética renovable con el potencial de desempeñar un papel crucial en la transición hacia el Net Zero. Este gas no solo representa una fuente de energía verde, sino que también es una pieza clave en la gestión eficiente de residuos y la promoción de una economía circular robusta. Es una de las conclusiones de la 50 Reunión Anual de la Asociación Española del Gas, Sedigas, que ha reunido a los principales representantes de la industria en Madrid un año más para abordar los grandes asuntos concernientes a la realidad del sector gasista y las perspectivas para el sector.
Frente a los desafíos de la seguridad de suministro, la asequibilidad de la energía y la competitividad de la industria, los expertos han convenido que los gases renovables, como el biometano y el hidrógeno renovable, no solo resultan cada vez más necesarios para reforzar la seguridad de suministro en España, sino que también tendrán un impacto directo en la asequibilidad de la energía para los consumidores. Con un potencial de producción anual de 163 TWh, el biometano puede cubrir más del 50% de la demanda nacional de gas natural, reduciendo la dependencia energética del exterior, mejorando la balanza comercial y favoreciendo la soberanía energética del país. Su integración en el mix energético redunda, asimismo, en la asequibilidad de la energía. El uso de infraestructuras existentes para su transporte y distribución minimiza la necesidad de inversiones adicionales, manteniendo los costos bajos para los usuarios finales. Esto se debe a que las redes de gas pueden adaptarse para transportar biometano sin necesidad de realizar modificaciones. Mientras, en el caso del hidrógeno, la infraestructura gasista actual está preparada para operar con hasta un 20% de hidrógeno renovable con unas inversiones menores.
Joan Batalla, presidente de Sedigas: "el gas natural y los gases renovables están llamados a ser protagonistas en el camino hacia la descarbonización y acompañantes necesarios en ese proceso de industria, transporte, campo y hogares. Invertir en gases renovables es invertir en el futuro de España. Asociaciones, empresas y administraciones debemos ser capaces de trabajar de forma conjunta y colaborativa para transformar esta visión en una realidad palpable, asegurando un futuro energético sostenible, próspero y justo con todos en España y Europa"