Entre estos últimos, el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, explicó -de acuerdo con una información difundida por la estatal nacional de noticias AgenciaBrasil- que la planta tendrá una capacidad de generación de 138 mil MW/hora por año, apta para abastecer de electricidad a 62 mil hogares. De acuerdo con su previsión, el potencial de producción de biogás a partir de vinaza puede llegar en Brasil hasta los 45 millones de metros cúbicos por día en 2030, más del doble del volumen promedio de gas natural importado de Bolivia en 2019.
Así, Albuquerque abundó: "El biogás y el biometano, además de utilizarse para generar electricidad, también pueden sustituir al gasóleo en autobuses, camiones y maquinaria agrícola. O incluso, en el caso del biometano, inyectarse en la red de gasoductos, y consumirse como sustituto del gas natural".
Según el ministro, los derivados de la caña de azúcar representan actualmente más del 17 % de la matriz energética brasileña y para 2030 serán más del 19 %.
Raízen es una joint-venture que vio la luz en 2011 a partir de la unión de la petrolera Royal Dutch Shell y la brasileña de azúcar y etanol Cosan, esta última responsable por las actividades de producción y logística del etanol, de la investigación de las propiedades energéticas partir de la caña de azúcar y sus derivados, y de la cogeneración y distribución de carburantes de las dos empresas.