La planta tendrá como fin producir pellets a partir de biomasa forestal regional con altos estándares de calidad, y también permitir comprobar la eficiencia energética de aquellos que actualmente son comercializados para estufas domiciliarias. Disminuir costos y brindar seguridad sobre el uso de este biocombustible son mencionados como metas.
Según comunicados oficiales, la adquisición, desarrollo conceptual y montaje de la planta el laboratorio se debió a un aporte del gobierno provincial de un millón de pesos (más de 25 mil dólares), mientras que la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación ha aportado 1,5 millones de pesos (38,5 mil dólares).
Se explica además que "en su fase inicial, las instalaciones serán destinadas a la fabricación en baja escala de cápsulas de aglomerado (o pellets) y al ensayo con distintos tipos de madera para la generación de combustibles de origen biológico".
Entre los objetivos marcados que persigue la creación de esta planta experimental se menciona la de "obtener información de relevancia sobre el proceso constructivo de las cápsulas de aglomerado con madera autóctona, utilizando residuos de aserraderos y carpinterías del área, así como la transferencia de conocimiento a empresas privadas".
Está previsto que existan ensayos de producción de pellets y la optimización del proceso de manufactura, también estudios de caracterización de la biomasa base y los biocombustibles elaborados, y el desarrollo de nuevos productos, como ser los “pellets de origen patagónico”.
En la inauguración del complejo participaron autoridades nacionales, provinciales y de la ciudad de Bariloche, además de representantes de los sectores maderero e industrial. De los distintos discursos que se hicieron al efecto destacan las ideas de que este emprendimiento puede colaborar a generar energía de un modo eficiente, dinamizar la economía provincial, impulsar la creación de puestos de trabajo y reducir los residuos de biomasa y por ende los riesgos de incendios forestales.
