El proyecto Value, financiado por el programa SUDOE (Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo 2007-2013), pretende acercar las tecnologías de valorización de residuos vegetales a las empresas generadoras a través de la obtención y posterior aplicación de compuestos de interés para la mejora tecnológica de alimentos transformados o para su uso en la producción de energía. En relación a esto último, la Association pour l´Environnement et la Securité en Aquitaine (APESA) y AZTI-Tecnalia realizaron pruebas de obtención de biogás con diferentes residuos, y el Cener de obtención de etanol empleando los de mayor contenido en azúcares.
Según cuentan en el último número de Energías Renovables Mercedes Munarriz e Irantzu Alegria, responsables del proyecto Value en Cener, se seleccionó “una materia prima residual generada por la industria de producción de mermeladas y almíbar, que se caracteriza por ser un residuo líquido y tener un elevado contenido en azúcares solubles”. Actualmente se transporta en camiones hasta un gestor autorizado para su eliminación. Indican que “en función de la composición y la naturaleza del residuo, se plantearon dos posibilidades de uso en una planta de producción de bioetanol: emplearlo directamente para la producción de bioetanol en una planta construida ad hoc; o de manera combinada en una planta de producción del biocarburantes a partir de grano”.
En el reportaje se explican las adaptaciones que se requirieron para obtener el éxito en ambos procesos. Como conclusión, afirman que, por un lado, “el residuo contiene azúcares solubles fácilmente fermentables a etanol, alcanzando niveles máximos de concentración de etanol en el mosto de fermentación, pero debido a su composición resulta necesario añadir nutrientes al medio para que el proceso finalice”. Por otro lado, concluyen que el residuo de mermelada puede ser co-fermentado con grano de cebada para la producción de bioetanol en plantas de primera generación aportando importantes ventajas. A la vista de estos resultados, el Cener ha iniciado el contacto con diversas ingenierías para realizar un estudio de viabilidad del proceso a escala industrial.