“La puesta en marcha de esta normativa permitirá a la industria española volver a la actividad en unas condiciones de competencia justa y leal, que venía reclamando desde hace años”. Alfonso Ausín, presidente de la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), fue uno de los primeros en reaccionar ayer a la aprobación en el Consejo de Ministros de la orden que asigna cantidades de producción de biodiésel a plantas españolas y del resto de la Unión Europea para cumplir con los objetivos obligatorios de biocarburantes. La siguiente en reaccionar ha sido Cristina Fernández, quien ha manifestado que respeta la decisión, aunque advierte de que “España tendrá que comprar el combustible más caro y no sé cómo afectará eso a su economía".
Tras la expropiación por el Gobierno argentino de la filial de Repsol, YPF, se adivinaba que una de las medidas que impulsaría el ejecutivo de Mariano Rajoy como respuesta sería la de la aprobación definitiva de la orden del biodiésel. Lo tenía fácil, ya que desde junio de 2011 estaba redactada, visada por los organismos competentes y dispuesta para ser firmada por el ministro de Energía de turno. Ha sido José Manuel Soria quien al final ha estampado su rúbrica y Alfonso Asuín se apresuró a expresar su “profunda satisfacción por la decisión del Gobierno”. Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, explicó durante su comparecencia tras el Consejo de Ministros que la normativa tiene por objeto "apoyar las operaciones de refino (de biodiésel) por parte de las empresas españolas y comunitarias, y busca colocarlo en una situación adecuada para poder ofrecer el biodiésel en condiciones competitivas".
España seguirá necesitando la soja argentina
Argentina se ha convertido en los últimos años en el principal exportador de biodiésel a España, favorecido por unos impuestos a la producción y exportación que benefician la salida del producto elaborado frente a la materia prima, soja principalmente. Se estima que durante 2011 el 75% del biodiésel consumido en España procedió de Argentina e Indonesia y que el valor de las importaciones desde Argentina asciende a 750 millones de euros. No obstante, España seguirá dependiendo del país sudamericano para producir biodiésel, ya que, según uno de los últimos informes emitidos por la Comisión Nacional de Energía, las materias primas principales para su fabricación son la soja argentina y la palma indonesia, hasta el punto de reducir al 8,29% la participación de las materias primas españolas empleadas en 2010, cuando en 2009 alcanzaron el 12,5%.
Pero la tendencia de la importación del producto elaborado acabará tras la entrada en vigor de la orden, ya que no admite que se certifiquen dentro de la obligación de biocarburantes los procedentes de plantas que no tienen cuota asignada. Se confirma que durante los dos próximos años la cantidad anual máxima de biodiésel que será objeto del procedimiento de asignación de cantidades es de cinco millones de toneladas al año. La capacidad instalada en España es de 4,5 millones, aunque la producción en 2011 estuvo por debajo de las 650.000 toneladas, un 14% con respecto a esa capacidad.
La cantidad de producción asignada a cada planta se determinará en función de los criterios siguientes: protección del medio ambiente. garantía de suministro, seguridad de abastecimiento del mercado petrolero, capacidad productiva anual de biodiésel debidamente auditada y viabilidad económica-financiera de la planta. Las solicitudes para la asignación de cantidades deberán presentarse en un plazo de treinta días naturales desde la entrada en vigor de la orden.
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