Repsol y Bunge, como parte de su alianza que nació hace un año, han ampliado la cartera de materias primas de baja intensidad de carbono para la producción de biocombustibles en Europa, incorporando nuevos cultivos intermedios. En concreto, utilizarán cultivos oleaginosos como la camelina y el cártamo como materia prima para producir aceite vegetal hidrotratado (HVO), un sustituto directo totalmente compatible del diésel convencional, o combustible de aviación sostenible (SAF) para la descarbonización del transporte aéreo.
Los nuevos cultivos intermedios amplían la disponibilidad de materias primas con baja intensidad de carbono para producir combustibles renovables, con reducciones de emisiones de hasta un 90% en comparación con el diésel convencional. Repsol utilizará tecnología avanzada en sus activos industriales para convertir estos aceites en combustibles renovables, abriendo así una nueva vía para el desarrollo de combustibles renovables en España. En un comunicado, el grupo agroalimentario estadounidense destaca que esto supone "un avance significativo en la innovación de materias primas para la producción de combustibles renovables en Europa".
Sobre la alianza
Ambas compañías firmaban en marzo de 2024 un acuerdo para colaborar en el desarrollo de nuevas oportunidades que ayuden a satisfacer la creciente demanda de materias primas con menor intensidad de carbono para producir combustibles renovables. Esta alianza, la primera de este tipo en Europa, ayudará a acelerar el aumento de producción requerido por la Unión Europea de estos combustibles. A través de este acuerdo estratégico, la compañía multienergética Repsol adquiere el 40% de tres instalaciones industriales que forman parte de Bunge Ibérica, una de las filiales de Bunge en la Península Ibérica, por un importe total de 300 millones de dólares y hasta 40 millones de dólares adicionales en pagos contingentes. La transacción está sujeta a las condiciones de cierre habituales, incluidas las aprobaciones regulatorias.
El acuerdo incluye tres plantas operadas por Bunge dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena, cercanas a complejos industriales de Repsol. Bunge continuará siendo un productor y proveedor clave de harinas proteicas, aceites vegetales, oleaginosas y cereales en España. Mediante esta alianza, Repsol incrementa su acceso a una amplia cartera de materias primas de baja intensidad de carbono para producir combustibles renovables, que suponen una ruta inmediata para acelerar la reducción de las emisiones del transporte, incluidos coches, camiones, aviones y barcos.