En 2006 Robinwood (del programa europeo Interreg IIIC) y en 2012 Proforbiomed (de otro programa europeo, el de Cooperación Territorial Med) permitieron dar con algunas de las claves bioenergéticas para la Región de Murcia: anualmente se producen en este territorio 540.000 toneladas de biomasa procedentes de la poda agrícola y forestal. Un año después el Gobierno autonómico mostraba su intención de plasmar en políticas este potencial.
A finales de 2016 se han conocido propuestas definidas en este sentido. Lo más reciente es la aprobación de un “plan especial para la biomasa forestal que contempla actuaciones programadas durante cuatro anualidades en 5.179,9 hectáreas de montes públicos de la Región, concretamente en Sierra Espuña, sierra de la Pila, sierra de Ricote y sierras de Cehegín, entre otros”.
Precisamente, algunos de estos lugares coinciden con las comarcas que Proforbiomed identificó como más proclives a la extracción de biomasa forestal: Noroeste, río Mula, norte de Lorca, Sierra Espuña, Cieza y Ricote. Según el Gobierno murciano, el objetivo es “definir las zonas de actuación prioritarias para la obtención de biomasa forestal a través de tratamientos selvícolas específicos”.
Requisitos para una gestión forestal sostenible
Desde la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente especifican que “las actuaciones han de estar enmarcadas en sus correspondientes planes técnicos de gestión forestal sostenible o instrumentos de planificación equivalente, presentar pendientes inferiores al 30 por ciento (con máximos del 45 por ciento) con el fin de permitir el mayor grado de mecanización del proceso de obtención de la biomasa, así como realizar estos tratamientos en masas arboladas densas”.
Más allá del plan concreto actual, sus impulsores estiman que, con los requisitos mencionados, “la disponibilidad de superficies susceptibles de aprovechamiento de biomasa forestal asciende a un total de 30.268 hectáreas en el conjunto regional”. Las miras del plan están puestas principalmente en el aprovechamiento energético, algo que comparte con el Clúster Regional de Bioenergía.
Biomasa y desarrollo rural
Cuando se presentó el clúster a mediados de noviembre, la consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, afirmó que la iniciativa “se enmarca dentro de objetivos del Gobierno regional, como el de conservar nuestros bosques y el generar empleo”. Martínez-Cachá citó también el Programa de Desarrollo Rural de la Región de Murcia como impulsor de “varias medidas para la promoción de la biomasa”.
La nota de prensa de la Consejería precisaba que el clúster estará conformado por diferentes grupos, como consumidores, asociaciones, empresas agroalimentarias, administraciones públicas, empresas de recolección, transformación, transporte y suministro de biomasa, productores de biomasa (selvicultores, propietarios forestales, agricultores y administración) y centros tecnológicos y de investigación y universidades.
El plan de trabajo del clúster y las actividades a realizar irán “desde la formación y el asesoramiento científico a la realización de proyectos piloto, búsqueda de financiación y establecimiento de mesas de trabajo, todo ello teniendo como base la promoción de la biomasa local certificada”.