El Instituto de Bioeconomía de la Universidad de Valladolid ha presentado este jueves en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) la investigación llevada a cabo a lo largo de los dos últimos años correspondiente al desarrollo del proyecto ´CO₂UP: Escalado del proceso de reducción hidrotermal de CO₂ empleando biomasa como reductor`. Esta iniciativa tiene por objetivo desarrollar y validar un proceso para transformar el CO₂ en productos químicos de alto valor añadido, como ácidos orgánicos y alcoholes, promoviendo de esta manera su eliminación y valorización, empleando para ello residuos de biomasa vegetal.
De acuerdo con sus autores, los resultados alcanzados en CO₂UP representan un avance significativo hacia el desarrollo de tecnologías sostenibles de captura y valorización de CO₂, con un elevado potencial de escalabilidad y aplicación industrial, contribuyendo así a la reducción de emisiones y el cumplimiento de los objetivos de descarbonización, a la consolidación de una economía circular más eficiente y al desarrollo sostenible, según informan desde Naturgy. El proyecto CO₂UP ha logrado avances sustanciales en el diseño, construcción y validación de una planta piloto, que ha permitido demostrar la viabilidad del proceso y generar información clave para su optimización. Los estudios realizados han permitido identificar y cuantificar los principales indicadores energéticos del sistema. En concreto, la relación estequiométrica de reactivos (proporciones y cantidades empleadas) se identifica como un factor clave para lograr reducir el consumo energético y mejorar la competitividad del proceso respecto a las tecnologías convencionales de captura y almacenamiento de CO₂.
Paralelamente, se han desarrollado estrategias para optimizar la conversión de CO₂ en productos de alto valor añadido, tales como ácido fórmico, metanol y ácido acético, además de avances en la separación y fraccionamiento de estos compuestos mediante membranas selectivas, lo que ha permitido mejorar la eficiencia global del sistema. Desde la perspectiva económica e industrial, se plantea a futuro una mayor escala del proceso con una capacidad de tratamiento de 25.000 kg de CO₂/año, lo que permitiría su integración en instalaciones con emisiones relevantes, como la caldera de biomasa de la Universidad de Valladolid.