En PELET IN participan el Instituto Nacional del Carbón (CSIC/INCAR), como organismo investigador; la empresa Pellets Asturias, encargada de la fabricación del biocombustible; Hulleras del Norte (Hunosa), que prueba los pelets industriales en su central térmica de La Pereda, en Mieres (Asturias); y la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), que coordina el proyecto. La iniciativa está financiada parcialmente por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del subprograma Innpacto mediante fondos procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y propios.
Recientemente, este mismo portal daba a conocer las pruebas de co-combustión que lleva a cabo Hunosa en La Pereda, que han alcanzado ya el 30 % de aportación del pélet estudiado. Instalaciones del CSIC y de Pellets Asturias han servido como lugar de ensayo del proceso. En el reportaje de Energías Renovables, Sara González e Indalecio González, técnica y responsable, respectivamente, del Área de Energías Renovables de la FAEN, explican de manera pormenorizada el proceso que ha llevado a dar con el pélet de mayor calidad para quemar en calderas industriales.
El camino no ha estado exento de contratiempos, como el desgaste e incluso rotura de algunos de los equipos del proceso de criba, trituración y peletizado. Tras todos estos ensayos, los investigadores concluyen que el uso de biomasas de pino hace que el desgaste de los equipos sea menor, pero maderas como el chopo tienen la ventaja de que su menor humedad mejora la productividad de la planta. Seleccionar una mezcla adecuada de ambas especies parece la mejor solución para maximizar la rentabilidad del proceso productivo. Pero antes hay que solventar algunos inconvenientes que se explican en el reportaje.