Casi 650 páginas tiene el informe de ICF para la Comisión Europea. En él se evalúan tanto los impactos positivos como negativos de una mayor penetración de los biocarburantes en el transporte europeo. Por ejemplo, también se analiza la huella de carbono y el cambio indirecto del uso de la tierra (CIUT), donde de nuevo el biodiésel convencional en general (excepto el de aceites usados), y el de aceite de palma en particular, vuelven a quedar en mal lugar.
En general todos los tipos de bioetanol, excepto algunos a partir de trigo, dan valores claramente por debajo de los 94,1 gramos de CO2 equivalente por megajulio (gCO2eq/MJ) utilizados por la CE para medir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero. En CIUT todo el bioetanol convencional refleja impactos moderados, que pasan a nulos en los avanzados.
Menos contaminantes atmosféricos, excepto óxidos de nitrógeno
Es en las emisiones contaminantes donde salen mejor parados, especialmente el bioetanol. Según el estudio de ICF, en las mezclas con gasolinas del E10 y E20 (diez y veinte por ciento de etanol) se lograría reducir entre un 5 y un 20 por ciento las emisiones de CO, PM, HC y benceno con respecto a los motores con E0, es decir, con cero por ciento de etanol. Sin embargo, las emisiones de NOx se incrementarían un uno por ciento.
En cuanto al biodiésel, cualquiera de las mezclas estudiadas (B7, B10 y B30) reducirían las emisiones de HC, CO y PM, pero, igualmente, se incrementarían las de óxidos de nitrógeno, responsable de la creación del "ozono malo", el troposférico.
El aire de São Paulo, mejor con más etanol en la gasolina
Por otro lado, el estudio publicado en Nature y realizado, entre otros, por investigadores del Instituto de Física de la Universidade de São Paulo, refleja el incremento en la atmósfera de esta ciudad brasileña de las peligrosas partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM 2,5), las más peligrosas para la salud, cuando se deja de utilizar el etanol.
Los investigadores estudiaron el contenido en la atmósfera de estas partículas tanto durante un período de bajo uso del etanol debido al alza de su precio, como con posterioridad, cuando volvió a emplearse de forma más habitual en los vehículos. En este intervalo se demostró que la concentración de PM 2,5 se incrementa en un 30 por ciento cuando deja de usarse el biocarburante.
Desde ePure sacan pecho con el etanol
De vuelta a Europa, Emmanuel Desplechin, secretario general de ePure, sostiene que el etanol producido de forma sostenible en el continente “ya ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes nocivos procedentes de la gasolina”.
El responsable de la patronal europea del etanol asegura que “mezclas como E10 son compatibles con los vehículos actuales, y con mayores se podría hacer aún más y ayudar a reducir la dependencia de Europa de los combustibles fósiles importados". Desplechin concluye que “en lugar de pedir una eliminación de los biocarburantes producidos de manera sostenible como el etanol, la UE debería promover su uso".