Magnon Green Energy, la filial de energías renovables del Grupo Ence, ha anunciado que va a promover otro proyecto destinado a la captura y valorización de CO2 biogénico (carbono presente en la madera, el papel, los restos de césped y otros biocombustibles), esta vez en Mérida, y que acompañará a las plantas de Puertollano y Huelva. El objetivo de esta iniciativa es convertir su actual planta de generación de energía eléctrica con biomasa en un centro de referencia en la producción de combustibles renovables. Este proyecto permitirá aprovechar todo el potencial de las instalaciones de Magnon en la localidad, donde se producen cerca de 250.000 toneladas de toneladas anuales de CO2 biogénico procedentes de restos agroforestales de proximidad del entorno. Con todo ello la compañía contribuye a impulsar el desarrollo local y la economía circular gracias a la gestión responsable de la biomasa, la reducción del riesgo de incendios forestales y de las emisiones difusas derivadas de las quemas incontroladas de restos agrícolas.
Además, la valorización de este gas permite su uso en la producción de combustibles renovables, facilitando la transición del metanol gris (de origen fósil) al metanol verde (e-metanol). Se trata de combustibles renovables que contribuyen a descarbonizar sectores difícilmente electrificables, como son el aeronáutico y el marítimo. Es decir, la planta de Magnon en Mérida es un paradigma de la economía circular. Para generar energía eléctrica renovable emplea únicamente biomasa certificada, obtenida en el ámbito cercano a la planta, y gestiona los subproductos para su aplicación como fertilizantes, materiales para rellenos y de reparación de suelos agrícolas. Las instalaciones cuentan, por su parte, con el certificado Residuo Cero que otorga Aenor a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.
El metanol es un producto de gran potencial en el proceso de descarbonización. Es utilizado en la fabricación de productos esenciales como plásticos acrílicos, adhesivos, pinturas, y en la industria farmacéutica y agroquímica, entre otras. Además, su condición de líquido a temperatura y presión ambiente facilita su transporte y almacenamiento, y ya cuenta con una amplia red logística global. Actualmente, la mayor parte del metanol se produce a partir de gas natural y carbón, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. La planta de Magnon Green Energy favorecerá la producción de metanol renovable (e-metanol), a base de CO2 biogénico que podrá ser utilizado directamente como combustible marítimo o para su transformación en combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).