José Luís Martínez-Almeida ha citado al biogás con un posible uso en autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) dentro de una referencia más global al “avance de la estrategia de sostenibilidad ambiental Madrid 360” que propone su Ayuntamiento. En dicha estrategia solo se cita una vez al biogás y otra vez al biometano, y en ninguno de los dos casos vinculados a los autobuses de la EMT.
“Aumento de la capacidad de la planta de tratamiento de biogás para incrementar la producción de biometano que se inyecta en la red de distribución de gas natural”. Esta es la única mención que se hace a ambos gases renovables en la propuesta de Madrid 360, a pesar de tener las primeras y más grandes plantas de biometano de España. Por el contrario, sí se habla de “renovar la flota de autobuses de la EMT a eléctricos”.
De hecho, hoy mismo también Borja Carabante y el director gerente de la EMT, Alfonso Sánchez, han visitado el centro de operaciones de la EMT en el distrito madrileño de Carabanchel “para comprobar los nuevos autobuses eléctricos que se incorporarán próximamente al servicio”. Se trata de treinta nuevos vehículos con dos motores eléctricos de 150 kilovatios de potencia, uno en cada rueda trasera.
El biogás de la EMT: de Ruiz Gallardón a Martínez-Almeida
Además de la compra de estos autobuses, hace un mes el Ayuntamiento de Madrid ya anunció la adjudicación del concurso para la adquisición de 520 nuevos autobuses de gas natural comprimido (GNC) para los años 2021, 2022 y 2023. Según la estrategia de sostenibilidad Madrid 360, el 66 por ciento de la flota de la EMT se mueve ya con GNC.
En 2009, uno de los antecesores de Martínez-Almeida como alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, afirmó en la inauguración de las plantas de biometanización de Valdemingómez que el gas producido en ellas sería suficiente para abastecer a 405 autobuses de la EMT, cerca del 25 por ciento de toda su flota. Tres años después, ya se afirmaba que ese gas solo llegaba para cuarenta autobuses en los que finalmente no se inyectó ni un metro cúbico.
En 2010, durante la intervención de un responsable de la EMT en la I Jornada Abierta sobre Actuaciones Energéticas del Ayuntamiento de Madrid, el biometano ya era “invisible”. Se hablaba de los autobuses movidos con GNC, biodiésel, etanol, híbridos, eléctricos e incluso de hidrógeno, pero no aparecía ni un solo ejemplo de uno movido con los gases renovables de las plantas de Valdemingómez.