Según el Mapa de los Biocombustibles de España, elaborado por la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom), Lugo dispone de una planta de pélets en Palas de Rei con una producción anual de dos mil toneladas y otra de astillas en Baralla con 10.000 a 30.000 toneladas al año. Además, ninguna de las plantas de producción de electricidad con biomasa (Allarluz, Greenalia y Ence) se encuentra en suelo lucense.
Un consorcio de empresas formado por CIFGA Laboratory, Talentya Global Digital Solutions e Inloga Enxeñeiros ha presentado ante el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) una muestra interés para incrementar el aprovechamiento energético de la biomasa forestal en la provincia. Lugo es, según el Inventario Forestal Nacional, la primera provincia de Galicia en superficie boscosa y la octava de España.
El proyecto tiene por nombre Gestión forestal sostenible bajo un modelo industria 4.0 en la montaña lucense. Una perspectiva innovadora, integradora, y disruptiva que favorezca el desarrollo de un modelo de economía circular en el territorio, bajo una perspectiva Landcare. Este término nació en Australia en los años ochenta del pasado siglo y los promotores del consorcio aseguran que está alineado con “la mejora de los medios de las personas y la base de recursos naturales de la que dependen, prestando atención a la sostenibilidad social, económica, ambiental y cultural”.
Planta de pélets de 15.000 toneladas y de electricidad de 1,5 MW
El núcleo del proyecto será Pedrafita de Cebreiro. El consorcio busca “la explotación directa de la biomasa procedente de las podas, entresacas, o talas arbóreas para la transformación y aprovechamiento de éstas como fuente de energía”. El objetivo es “contribuir al aprovechamiento de la biomasa forestal en torno a un proyecto que reconfigura la reorganización de una parte del monte gallego”,
Tomando como referencia la zona de Piedrafita-Ancares-Courel, dicho objetivo se consolidaría con la construcción de “una planta de fabricación de pélets con una previsión de generar 15.000 toneladas al año y una planta de generación de electricidad de 1,5 megavatios ampliable, que se abastecerán de biomasa de la zona, bien por explotación directa, o por la compra a terceros”.
Para los promotores, ambas plantas repercutiría en importantes ventajas ambientales, tecnológicas y estratégicas para la zona. Entre ellas, destacan el aprovechamiento y control de residuos forestales, la conservación de los entornos rurales y la reducción del riesgo de incendios. Añaden que “puede ser parte de la solución para evitar la despoblación de las zonas rurales de acción en torno al proyecto, fijar su población y contribuir al crecimiento de la misma a nivel socioeconómico”.
Laboratorio y unidad de biotecnología para avanzar en biocompuestos con material vegetal
La muestra de interés remitida al Miteco incluye también la dotación de un laboratorio y unidad de biotecnología. Según Manuel Lolo, director general de CIFGA, “compuestos como antioxidantes, grasas, edulcorantes o colorantes son algunas de las familias de biocompuestos que se pueden obtener de material vegetal y su uso se puede extender a mercados como el cosmético, farmacéutico, textil o agroalimentario".
El proyecto se ha presentado dentro de las expresiones de interés sobre energías renovables y economía circular lanzadas por el Miteco en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. A estas mismas convocatorias optan más propuestas dentro del ámbito de la bioenergía, y más concretamente del biogás.