Los aranceles antidumping de hasta un 36,4% que la Comisión Europea impondrá a las importaciones de biodiésel procedentes de China buscan limitar las importaciones de biocombustibles de aceite de cocina usado (UCO) de dudosa procedencia, según afirma Transport & Environment (T&E); "pero los aranceles por sí solos no bastarán para impedir que el aceite de palma fraudulentamente mal etiquetado entre en el mercado europeo". Para T&E, el mercado europeo de biocombustibles se ha visto inundado de importaciones de UCO procedentes de China, lo que ha provocado un desplome del precio de mercado, que ha pasado de unos 2.250 euros por tonelada a 1.100 euros.
Los problemas inherentes a la verificación y la certificación significan que gran parte del UCO que entra en Europa puede ser también aceite de palma etiquetado fraudulentamente, una materia prima barata muy vinculada a la deforestación. La UE importa actualmente más del 80% de su UCO, y sólo China representa el 60% de estas importaciones. En España este número asciende a casi el 80%, según los datos de T&E. Para Carlos Rico, experto en energías para el transporte de T&E en España: "Europa, y especialmente España, dependen en exceso del aceite de cocina usado no verificable procedente de países lejanos, como China. Las restricciones a las importaciones procedentes de China son un paso en la dirección correcta, pero los aranceles antidumping por sí solos no bastarán para atajar el fraude del UCO".
En este sentido, piden una revisión completa del proceso de certificación y que la UE y el Gobierno de España "dejen de incentivar los aceites usados importados no verificables y pasen de un sistema de verificación dirigido por la industria a una regulación más estricta".