“Tanto a través de la futura ley de cambio climático y transición energética como en documentos de trabajo dentro del Comité de Protección Ambiental de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de la ONU queremos fomentar las opciones que se plantean para lograr una mayor movilidad sostenible en la aviación comercial, y la del uso de biocarburantes es una de ellas”.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), en línea con la propia OACI y otros países de la Unión Europea, expresan así la opción de establecer mecanismos de fomento de los biocarburantes en la aviación, aunque “sin cifrar ni plantear hasta la fecha cuotas”, matizan. Es decir, el dos por ciento para el transporte aéreo en 2025 publicado en los medios de comunicación es fruto más de los corrillos entre periodistas y políticos, que de medidas planteadas por el Gobierno.
En 2017, y según cifras de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA en sus siglas en inglés), 100.000 vuelos en todo el mundo se alimentaron en parte con biocarburantes, lo que supone una ínfima proporción de los casi 37 millones de vuelos que tuvieron lugar ese año. Las previsiones son saltar al millón de vuelos con bioqueroseno en 2020, con objetivos fijados o sin ellos.
España tendrá objetivos de biocarburantes en el transporte aéreo
Pero en España habrá objetivos, porque así lo avanza el Miteco en el borrador de anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética sometido recientemente a consulta. El artículo 14 de la normativa está íntegramente dedicado al “fomento de biocarburantes en el transporte aéreo” y señala que “se habilita al Gobierno a establecer objetivos anuales de biocarburantes y otros combustibles renovables”.
Se trataría de un proceso similar al que establece las obligaciones de biodiésel y bioetanol en el transporte por carretera. Por lo tanto, el Miteco dictaría “las disposiciones necesarias para regular un mecanismo de fomento de la incorporación de biocarburantes y otros combustibles renovables en el transporte aéreo, incluidos los combustibles sintéticos” destinado a lograr el cumplimiento de los objetivos que se establezcan.
Como en el caso del transporte por carretera, “los biocarburantes y otros combustibles renovables que se incorporen en el transporte aéreo deberán cumplir con los criterios de sostenibilidad definidos por la normativa europea sobre biocombustibles”.
El biometano contará con certificados de origen renovable
Otro de los biocombustibles protagonistas de la ley de cambio climático es el biometano. Para él no se habla de establecer objetivos, pero sí de la creación también de “mecanismos de apoyo al biometano, al hidrógeno y a otros combustibles sintéticos en cuya fabricación se hayan usado exclusivamente materias primas y energía de origen renovable”.
Como aspectos más específicos para el sector, se menciona que “dichos mecanismos de apoyo podrán ser financiados con los ingresos regulados del sector del gas natural en los límites que se determine reglamentariamente”. Por otro lado, se añade que “se habilita al Gobierno para aprobar mecanismos de apoyo y regulaciones que permitan la inyección de gases renovables en la red de gas natural” y, en el plazo de un año, un sistema de certificados de origen renovable para dichos biocombustibles.