En un mes escaso, el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, y el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, han compartido protagonismo en torno a los biocarburantes y la aviación. En el primer caso, se trataba de un acuerdo comercial junto a Airbus para desarrollar una cadena de valor integral para la producción y comercialización de biocarburantes para la aviación. En el presente, el acuerdo es tecnológico e incluye a la compañía de base tecnológica AlgaEnergy, en la que participan Repsol e Iberdrola, las universidades de Sevilla y Almería y el CSIC.
La consecuencia directa de este último acuerdo es la creación de la Plataforma Tecnológica de Experimentación de Microalgas del Aeropuerto de Madrid-Barajas, que se ubicará junto a la T4. Según el comunicado difundido por Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), “el centro se dedicará a investigar, experimentar y mejorar las tecnologías de captura de CO2, en este caso procedente de las instalaciones aeroportuarias, con el que se cultivarán microalgas destinadas a la producción de biomasa de la que pueda obtenerse biocombustible de forma rentable”.
CSIC y universidades de Sevilla y Almería: el aval científico del proyecto
La iniciativa cuenta con un presupuesto de partida de más de 600.000 euros y está previsto que la plataforma comience a funcionar en junio. En el diseño han participado científicos del Instituto de Bioquímica y Fotosíntesis Vegetal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Universidad de Sevilla/CSIC), donde se presentó el proyecto, y del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería. La participación de estos organismos avala el acuerdo, ya que, juntos o por separado, lideran 16 proyectos vinculados al estudio de las microalgas.
Según el documento Energía de las algas. Presente y futuro, elaborado por la Plataforma Tecnológica Española de la Biomasa (Bioplat), ambas instituciones trabajan en varios proyectos europeos y españoles relacionados directamente con la obtención de biocombustibles a partir de las algas. Algunos de ellos son Fotoproducción de bioetanol a partir de CO2 por cianobacterias, Producción de biodiésel a partir de microalgas y Algas y biomasa acuática para la producción sostenible de biocombustibles de segunda generación.
Desde Aena añaden que el nuevo centro “se abastecerá con agua destilada de la depuradora de Iberia en La Muñoza y utilizará CO2 procedente de las instalaciones de Aena y del Banco de Pruebas de Motores de Iberia del Aeropuerto de Madrid-Barajas, con lo que ambas entidades reducirán sus emisiones de este gas a la atmósfera”. Repsol transformará en biocarburantes los aceites de la biomasa obtenida y Aena e Iberia analizarán su utilización en sus vehículos de plataforma y aeronaves.
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www.aena.es