“A comienzos del siglo XX los payeses se llevaban los sarmientos a casa para calentarse o cocinar y ahora nos creemos tan ricos que los quemamos al aire libre con la pérdida de recurso y riesgo de incendios que supone”. Quien habla así es Josep María Martí, concejal de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès, entidad coordinadora del proyecto LIFE+ VinyesXCalor (Viñas por calor) de la Comisión Europea. Con argumentos así no es extraño que la inquietud de Martí calara entre el resto de contertulios del café.
Aparte del Ayuntamiento de Vilafranca, participan otras entidades vitales para que la idea se plasme en el territorio: Covides (viticultores asociados de las comarcas del Penedés), el Clúster Vitivinícola Catalàn (Innovi) y la cooperativa Nou Verd, que fomenta la inserción laboral de personas con discapacidad. Además, entraron como socios colaboradores dos bodegas de referencia en la comarca del Penedès con un compromiso ambiental ya asentado (Vilarnau y Codorníu) y la Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin).
Es importante reseñar esta diversa representación para conseguir que VinyesXCalor no se quede en flor de un día (mejor dicho, de algo más de dos años del LIFE+) y se consiga uno de los objetivos específicos marcados en el origen del proyecto: “establecer una cadena de valor de la biomasa que genere una economía productiva cerrando el círculo de la biomasa de los viñedos para generar energía térmica (calor y frío) en las bodegas del territorio, incluyendo áreas urbanas”.
Suelo seco vs suelo con barro
A falta de dos meses para la conclusión del LIFE+, que cuenta con una dotación presupuestaria de 1,3 millones de euros, Martí recuerda el interés manifiesto de varias bodegas por incorporar calderas de biomasa a su proceso productivo: “Codorníu, que ya cuenta con un extenso compromiso con el desarrollo sostenible a través de la energía solar y dispone de una caldera en las bodegas de Raimat (Lleida), tiene previsto también sustituir las de gasóleo y gas en las de Sant Sadurní d’Anoia (Alt Penedès, Barcelona); en La Granada (también Alt Penedès) hay igualmente bodegas interesadas en el cambio de calderas; y, por último, nuestra red de calor en Vilafranca podría extenderse a algunas bodegas del municipio”.
Estos avances, que se manifiestan también en el campo, en la recogida y pre–tratamiento de las podas de los viñedos, han llevado a los coordinadores del proyecto a pedir una prórroga de seis meses a la Comisión Europea para cerrar el círculo de su viabilidad y sostenibilidad. Hay que recordar que la cosecha de la uva tiene lugar en estos momentos, entre agosto y octubre, y que la poda comienza una vez termina aquella, hacia principios de noviembre, y se puede prolongar hasta bien entrado el mes de abril.
Desde VinyesXCalor consideran indispensable contar con otra temporada completa más de recogida y poda para aquilatar el proyecto y reforzar así los avances y solucionar los obstáculos. “Justo en el año que hemos probado las nuevas tecnologías de recogida y pre–tratamiento en los viñedos tuvimos un tiempo muy seco, que nos permitió trabajar muy bien y tener una recogida muy alta, pero queremos probar con terrenos más blandos debido a la lluvia, embarrados, para ver cómo responde la maquinaria; por eso, necesitamos una ampliación del proyecto”, señala Martí.
Implicación de los payeses
Además de lo expresado por el concejal de Vilafranca del Penedès, está el grado de implicación de los payeses y payesas, que resulta igualmente un elemento esencial para alcanzar la viabilidad de la iniciativa fuera de los límites del LIFE+. Aunque VinyesXCalor ha llegado a los viñedos de los viticultores asociados a Covides, el interés mostrado por otros cuyas viñas lindaban con las de algunos socios ha conllevado que también estos se vieran beneficiados por las recogidas de los restos de poda.
La recogida y tratamiento de la biomasa en el campo es un elemento destacable del proyecto. En este caso la ampliación de tiempo pedida a Bruselas también mejoraría la eficiencia del proceso, ya que se trabaja con una máquina de pre–poda de los sarmientos más largos, antes de que el payés haga una poda final más fina. Se intenta así que durante la operación los sarmientos no caigan al suelo y se llenen de tierra y posible humedad. La máquina poda, limpia, tritura y carga en tractores dichos residuos.
5.800 viticultores en 30.000 hectáreas
La intención es dar una salida lo más sostenible posible a una biomasa leñosa que se genera en casi 30.000 hectáreas de viñedos de las comarcas del Penedès: Alt Penedès, El Garraf y Baix Penedès. Otras cifras que constatan el potencial de este territorio son la existencia de 5.800 viticultores y 152 bodegas y embotelladoras y la elaboración de 1,5 millones de hectolitros anuales. Se estima que se genera aproximadamente una tonelada de biomasa por hectárea de cultivo. Para comprobar la escala piloto en la que se trabaja y el potencial disponible, VinyesXCalor abarca cerca de 350 hectáreas, poco más del 1% de todo el territorio afectado.
Durante el primer ciclo completo de cosecha y recogida se obtuvieron 300 toneladas de biocombustible, de los cuales 100 ya se han quemado en la red de calor de Vilafranca y otras 200 se encuentran almacenadas en el centro logístico y de almacenamiento desarrollado por Nou Verd. “El almacén está situado muy cerca de Vilafranca, en la carretera de Castellví, en las naves donde hace años había una fábrica de aluminio que era un símbolo de contaminación”, especifican desde el proyecto.
En las naves se dejan secar los sarmientos astillados para completar finalmente la logística con el traslado a las calderas de biomasa cercanas. En VinyesXCalor añaden que “las naves son ahora un nuevo emblema de la energía sostenible de kilómetro cero, con suficiente capacidad para almacenar la biomasa necesaria para la temporada siguiente y para las calderas cercanas a este punto”. Una caldera en las bodegas de Caves Vilarnau y la red de calor del barrio de La Girada, en Vilafranca, cierran el círculo del aprovechamiento de los sarmientos de las vides. Durante el proyecto también se ha evaluado la posible compatibilidad del destino energético de la biomasa con el de su utilización como compost una vez triturado (ver recuadro).
El sarmiento llega a las calderas
La caldera de Caves Vilarnau cubre actualmente el 80% de su demanda térmica. La energía procedente de la combustión de las podas de viñedos se dirige a los circuitos de agua destinados a la esterilización de materiales y líneas de embotellado, que emplea agua que alcanza los 80ºC y que supone un gran consumo energético; a la limpieza de filtros, barricas o estabilizadores de los vinos base; y a los circuitos de calefacción de las instalaciones de la bodega.
Por su parte, la red de calor llega ahora a tres edificios municipales: centro de recursos pedagógicos y archivo comarcal del Alt Penedès, el colegio público Dolors Piera y la guardería municipal El Parquet. Este otoño se incorporará a la red uno de los institutos de Vilafranca. Según Josep María Martí, “queremos incorporar a la red un edificio que necesite constantemente, las 24 horas del día, y no solo en invierno, el uso de energía térmica, para así rentabilizar más la caldera de 400 kW que hemos instalado y comprobar que es capaz de funcionar sin problemas a pleno rendimiento”.
Edificios candidatos no faltan. Existe la posibilidad de llevar la red a una residencia social y sanitaria para ancianos y ancianas que dista 200 metros de la caldera. También aparecen con posibilidades la piscina municipal cubierta y, como edificio fuera del ámbito público, las bodegas Pinord. En este último caso juegan a su favor la cercanía a la caldera y su apuesta por la sostenibilidad, ya que de sus bodegas salen quince vinos con la certificación de agricultura ecológica.
Prolongar el LIFE+ resulta vital
El período añadido solicitado al LIFE+ es vital para consolidar lo desarrollado hasta ahora y mantenerlo y ampliarlo de cara al futuro. Se aplicaría así lo que llaman en VinyesXCalor, círculo virtuoso de las viñas (VVC): “estrategia local para mitigar el cambio climático que contribuya a alcanzar los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero de acuerdo con el SEAP (Plan de Acción de Energía Sostenible) derivados del compromiso político y del Pacto de los Alcaldes”.
“Si mejoramos la logística y el transporte con la nueva maquinaria reduciremos aún más la huella de carbono”, explica Martí. Es una forma de apostar por la energía de kilómetro cero, considerando los residuos como un recurso y proponiendo un modelo más descentralizado y territorial. “La lucha contra el cambio climático necesita estrategias locales, y esta es la nuestra”, apostilla el concejal de Vilafranca.
La necesidad de ampliar el LIFE+ es en parte consecuencia del cambio climático, al no haber contado con un invierno menos seco para probar la maquinaria en condiciones normales. Por eso la lucha contra este fenómeno se considera esencial en el proyecto y están convencidos de lograr la prórroga. En una de las variadas jornadas y conferencias que han formado parte del mismo, Salvador Puig, director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (Incavi), afirmaba que el “cambio climático es una evidencia y en los viñedos ya lo notamos con la presencia de plagas, el adelanto de la cosecha… son señales claras del reto que tenemos y que ya ocupa a los técnicos de los centros de investigación”.
Más información: http://vineyards4heat.eu/es/
Recuadro 1
Biocombustible en el Penedès y abono en Jumilla
El empleo de los sarmientos de vides como biocombustible no está exento de la controversia sobre cuál es el uso más eficiente y sostenible que se le puede dar. Los grupos ecologistas defienden que en una escala de usos preferentes, su utilización como abono, especialmente en los propios viñedos, estaría antes que su quema. En VinyesXCalor afirman que se estudió esta posibilidad, pero vieron que no todos los años podrían realizarlo, sobre todo en los que las viñas están afectadas por enfermedades.
El método tradicional de aprovechamiento como abono conlleva el uso de una máquina que pasa por las calles del viñedo, recoge los sarmientos del suelo, los tritura y los devuelve de nuevo al suelo o se destinan a la elaboración de compost orgánico. El problema de este sistema es que es fácil que favorezca el desarrollo de larvas, parásitos y hongos y, con ello, plagas y enfermedades.
Otro proyecto europeo, Almost, enmarcado en la iniciativa Eco–Innovation y liderado por Microgaia Biotech, empresa murciana de base tecnológica cuyo fin es convertir resultados de I+D+i en bioproductos para su uso en agricultura, busca solucionar este problema en otra zona española de importancia vitivinícola, la que abarca la denominación de origen Jumilla, en Murcia. La base del proyecto consiste en inocular dos microorganismos beneficiosos (Trichoderma harcianum cepa T78 y hongos micorrícicos arbusculares, HMA) durante el compostaje de residuos de poda de vid, que actúan como biofungicidas y bioestimulantes y dan lugar a un “novedoso biosustrato con propiedades mejoradas en comparación con los ya existentes”.
Hay otros usos menores de los sarmientos, también como biocombustibles, en concreto leña para paellas y barbacoas. Por último, algunas líneas de investigación lo han incluido como aditivo para la fabricación de productos cerámicos para mejorar la capacidad de aislamiento térmico.
Más información: http://almostproject.eu/
Recuadro 2
VinyesXCalor más allá de las fronteras del Penedès
“Este proyecto es perfectamente exportable a otras comarcas vitivinícolas de España y de Europa, incluso a otra biomasa procedente del olivar, cerezos y otros frutales leñosos”, señala Josep María Martí. En las conclusiones de una de las jornadas del proyecto se afirma que “con los sarmientos de las viñas de Europa se podría producir la energía de tres centrales nucleares, con la diferencia de que el coste es infinitamente más bajo, no hay peligro para el medio ambiente y se descentraliza la producción”.
Sin salir de la labor divulgadora del proyecto, en los últimos meses delegaciones de Uruguay, Portugal, Italia, Grecia, Francia, Croacia y Ucrania han visitado las comarcas del Penedès (Barcelona) para comprobar los logros de VinyesXCalor. Una de las últimas visitas estaba vinculada al proyecto Up–Running (continuación de EuroPruning), iniciativa del Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea que indaga en el porqué no se utilizan los restos de poda provenientes de la actividad agrícola y en conocer proyectos que sí lo hacen, para así adaptarlos a las zonas productivas de esos países. En Europa se han localizado dieciocho experiencias de éxito en este sentido, y una de ellas es la que se desarrolla en el Penedès.
Más información: www.fcirce.es
Recuadro 3
Bodegas Torres, antes que VinyesXCalor
Bodegas Torres, aunque no aparece expresamente entre los socios del proyecto, ni entre los colaboradores, sí ha participado en sus labores de difusión, entre otras cosas por ser una de las bodegas pioneras en contar con una caldera de biomasa en el Penedès.
En 2011 la empresa contrató con Vapores Industrials del Penedès, sociedad participada por LSolé, la compra de vapor y frío producida por una caldera de esta última. De esta manera, en septiembre de 2011 se puso en marcha la caldera de biomasa que en aquel momento era la de mayor capacidad de una bodega española. La caldera está asociada a un equipo de refrigeración de absorción que conlleva el ahorro de mil megavatios hora eléctricos.
En su balance económico de 2015, Bodegas Torres asegura que ha destinado el 11% del total de la inversión en dicho año a proyectos relacionados con el cambio climático, y cita entre ellos la adquisición de la caldera de biomasa de la bodega de Pacs del Penedès, que hasta ahora funcionaba en modalidad de contrato de empresa de servicios energéticos.