La Xunta de Galicia, a través de Sogama, ha adjudicado a la empresa Sociedad Anónima de Obras y Servicios Copasa, la construcción y puesta en marcha de una planta de biorresiduos en Verín (Ourense) por un importe de 6.685.442,21 euros. La instalación, que estará ubicada en el polígono industrial de Pazos, ocupará una parcela de casi 12.000 m2 por la que Sogama ha desembolsado más de 500.000 euros. Tendrá capacidad para tratar 3.000 toneladas de materia orgánica y 1.600 toneladas de material estructurante al año, y se estima que producirá 1.500 toneladas anuales de compost, un fertilizante de alta calidad para aplicar en el sector de la agricultura y la jardinería, en sustitución de los artificiales fertilizantes.
El proceso de compostaje (tratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento) se realizará íntegramente en esta planta, que estará dotada de las tecnologías más innovadoras en depuración de agua y aire, así como reducción de ruido, asegurando así una operación más respetuosa con el medio ambiente de forma inmediata. Además, las instalaciones también se alimentarán con fuentes renovables, siendo autosuficientes desde el punto de vista energético.
La previsión de la Junta es que dé servicio a 22 municipios, que aglutinan una población superior a los 48.000 habitantes, y se integrará en la red de infraestructuras que impulsa y diseña la Xunta de Galicia para que la mayoría de los municipios adscritos a Sogama tengan acceso a la valorización de la agricultura ecológica materia a través del compostaje. La red estará compuesta por cuatro plantas de biorresiduos: Cerceda (A Coruña) —ya en funcionamiento—, Verín (Ourense), Cervo (Lugo) y Vilanova de Arousa (Pontevedra) —estas dos últimas también recientemente adjudicadas—, así como 13 plantas a las que -informa la Xunta- se dotará de una tolva específica para el trasiego de residuos orgánicos, posibilitando que casi todos los municipios dispongan de una planta de biorresiduos o trasvase a menos de 50 kilómetros.
Para toda esta red la Xunta estima una inversión de 38,6 millones de euros, de los que 30 millones proceden de los Fondos Feder como respuesta a la respuesta de la UE a la crisis provocada por el covid-19, ya que afecta a la protección del medio ambiente y, en consecuencia, en una mayor calidad de vida.