El polígono industrial de Cuiña, Lugo, albergará una nueva planta de biorresiduos que entrará previsiblemente en funcionamiento a finales de este año y atenderá a 15 municipios. La planta en el municipio de Cervo albergará todo el proceso de compostaje -procesamiento, fermentación, maduración y almacenamiento- y tendrá capacidad para tratar 3.000 toneladas de materia orgánica al año, a las que habría que añadir 1.600 toneladas de material estructurante -es decir, madera de poda y de desecho, y producirá alrededor de 1.500 toneladas de compost que se utilizará para la agricultura y la ganadería como abono natural. También estará alimentado por energía renovable y también estará equipado con nuevos e innovadores sistemas de purificación de agua y aire, así como control del nivel de ruido, asegurando así operaciones respetuosas con el medio ambiente.
Las instalaciones -cuya construcción fue adjudicada por unos 6,4 millones de euros a la UTE Espina Obras Hidráulicas, SA - Geoxa, Xeneral de Construcciones, SL- ocuparán una parcela de casi 8.000 m2 y darán servicio a 14 municipios de la Armada de Lugo -Alfoz, Barreiros, Burela, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Muras, Ourol, Ribadeo, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro, Xove y Cervo—, además de Mañón en A Coruña, aglutinando una población de más de 69.300 habitantes. Esta instalación formará parte de la red de infraestructuras diseñada por la Xunta de Galicia para que la mayoría de los municipios adscritos a Sogama tengan acceso a la valorización de materia orgánica y dispongan de una planta de transferencia o biorresiduos a menos de 50 km.