El proyecto, fruto de una inversión de casi cuatro millones de euros, convierte a la empresa de Balaguer en ejemplo práctico de economía circular al convertir sus residuos ganaderos en biometano, gas certificado como 100% renovable que se inyecta directamente en la red de Nedgia. La operación ha sido posible gracias al primer acuerdo de compraventa de biometano a largo plazo en España, firmado por Torre Santamaría con Axpo Iberia. En Cataluña, hay aproximadamente ocho millones de cerdos, 700.000 piezas de ganado bovino y 38 millones de aves que generan, entre todas, varios millones de toneladas de residuos. La Comisión Europea (CE) ya dio un ultimátum hace casi dos años a España para que afrontara la problemática de los suelos contaminados y alertó de la situación especialmente preocupante de zonas vulnerables de gran producción agraria en Cataluña (Lleida, Cataluña Central, Plana de Vic, cuencas del Manol y Muga, Baix Penedès y les Terres del Ebre).
Mapa del biometano
En la actualidad, en Europa hay 1.023 plantas de biometano. Según el mapa del biometano elaborado por The European Biogas Association (EBA) y Gas Infrastructure Europe (GIE), casi 300 nuevas instalaciones entraron en operación en el pasado año y medio (junio de 2020 a diciembre de 2021). Francia, Italia y Dinamarca son los países con el mayor incremento de plantas de biometano. En Francia entraron en operación un mínimo de 91 plantas en 2020 y, entre enero y octubre de 2021, otras 123. Siguiendo a Francia, los países que mostraron un mayor crecimiento en número de plantas de biometano en 2020, fueron Italia (11 nuevas plantas) y Dinamarca (10 nuevas plantas). Según la Asociación Española del Biogás (Aebig), el biometano sostenible puede cubrir de un 30% a un 40% del consumo de gas previsto en la UE en 2050, con una producción estimada de 1.000 TWh como mínimo.
A información pública el proyecto de orden
Precisamente la semana pasada el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sacó "a información pública" el proyecto de orden por la que se aprueban las bases reguladoras y programas de incentivos para la concesión de ayudas a proyectos singulares de instalaciones de biogás, así como el proyecto de resolución para una primera convocatori. El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) será el encargado de gestionar estas ayudas, que se otorgarán en régimen de concurrencia competitiva y se instrumentarán como una subvención a percibir por el beneficiario, con carácter definitivo, una vez se verifique la ejecución del proyecto y se acrediten los costes subvencionables incurridos.
El apoyo económico, enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), se especificará en cada convocatoria y se destinará a actuaciones de aprovechamiento energético de residuos orgánicos que potencien la economía circular. Además de factores económicos y tecnológicos, se valorará el impacto positivo en zonas de Transición Justa y Reto Demográfico, así como en comunidades energéticas y pymes, entre otros.
Serán subvencionables aquellos proyectos singulares de instalaciones de biogás de todo el territorio nacional que contribuyan a descarbonizar distintos sectores de la economía y que permitan aumentar la protección medioambiental y la consecución de los objetivos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y la Estrategia Energética a Largo Plazo 2050. Dado el carácter incentivador de las ayudas solo se admitirán proyectos cuya ejecución no se haya iniciado con anterioridad a la solicitud de la ayuda.
Tendrán que contemplar una o varias de las actuaciones siguientes:
• Instalaciones de producción de biogás mediante digestión anaerobia.
• Instalaciones para producción de calor, generación de energía eléctrica, cogeneración, o producción de biometano.
• Instalaciones para tratamiento del digerido.
El importe de la ayudas a conceder se determinará en las convocatorias y, para el caso de actividades económicas, de acuerdo a las intensidades y límites establecidos para cada tipo de beneficiario por el Reglamento (UE) 651/2014 de la Comisión, de 17 de junio de 2014 (RGEC). Por su parte, los proyectos deberán estar finalizados antes del 31 de diciembre de 2025 y tendrán que respetar el principio de “no causar un daño significativo” al medioambiente.
Además, en la evaluación de las solicitudes se tendrán en cuenta los siguientes criterios de valoración:
• Criterio económico: en función de la reducción de subvención indicada por el solicitante.
• Criterio tecnológico: en función de las tipologías y tipos de aplicación.
• Externalidades: se valorarán, entre otras, el impacto positivo en zonas de Transición Justa y Reto Demográfico, comunidades de energías renovables, entidades públicas o pymes, así como el impacto social y de género.
Beneficios del biogás
Los gases de origen renovable forman parte de la solución para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y contribuyen a la consecución de los objetivos de reducción de emisiones y de penetración de energías renovables propuestos para España en el año 2030. Asimismo, el despliegue del biogás presenta numerosos beneficios medioambientales y permite crear sinergias con las industrias locales mediante su uso en localizaciones cercanas a su producción. Por ello, contribuye a conseguir objetivos planteados en políticas transversales del Gobierno de España, como el desarrollo de la economía circular, el Reto Demográfico y la Transición Energética Justa e Inclusiva.
Estas ayudas se enmarcan dentro de la Componente 7: 'Despliegue e integración de energías renovables', del PRTR y, en particular, en su Inversión 1: 'Desarrollo de energías renovables innovadoras, integradas en la edificación y en los procesos productivos'. Además, potenciar el biogás es una de las medidas recogidas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 para alcanzar la neutralidad climática antes de 2050 y está recogido en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económicas de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), aprobado por acuerdo de Consejo de Ministros de 14 de diciembre de 2021. Adicionalmente, el Miteco está trabajando en una Hoja de Ruta del Biogás para identificar los retos y oportunidades del desarrollo de la tecnología con vistas a 2030 y 2050.
Qué es el biogás y qué es el biometano
La fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (la cáscara de un plátano, el filo de una pizza, las mondas de patata), los lodos procedentes de las depuradoras de aguas residuales, los subproductos que genera la industria agroganadera, los purines de cerdo, la cáscara de la almendra (y la de la pipa y la de las naranjas que llenan de zumo los desayunos), el hueso de los melocotones de la mermelada, los residuos de la industria conservera, las podas de parques y jardines, los serrines y cortezas de la industria maderera, el estiércol, la gallinaza. Todo eso es biomasa. Biomasa que, cuando se descompone en ausencia de oxígeno, produce biogás, un combustible renovable (que contiene entre un 55 y un 75% de metano) y que podemos quemar para producir electricidad, calor o movimiento. Si damos un paso más y depuramos ese biogás hasta convertirlo en biometano (combustible renovable en el que el porcentaje de metano ya está por encima del 96) pues entonces ya no solo podemos quemarlo para producir calor o energía eléctrica, sino que, además, podemos usarlo como combustible en el motor de un autobús o... inyectarlo en las redes de gas natural.