Ochenta y seis expositores, más de veinte ponencias presentadas en diversas conferencias, la entrega de los premios Biomassa de Catalunya y varias “comida–encuentro empresarial” (reuniones profesionales bilaterales) forman parte de la quinta edición de la Fira de Biomassa de Catalunya. A destacar que todas las ponencias de la jornada del 24 de febrero estarán dedicadas a las emisiones (contaminación y seguridad) de los equipos e instalaciones de biomasa.
“Operaciones de riesgo por inhalación de monóxido de carbono en el almacenamiento de pélets” y “La ventilación como acción preventiva ante el riesgo de inhalación de monóxido de carbono en las operaciones de riesgo”. El nombre y contenido de estas dos ponencias resultan oportunos y necesarios ante los riesgos y, a veces, desgracias (muerte de un operario en Oviedo en noviembre del pasado año), que conlleva cualquier instalación de producción de energía, biomasa incluida.
Impacto económico de la feria en 2014: 5,4 millones de euros
De esta manera, durante la Fira de Biomassa de Catalunya se abordarán no solo cuestiones comerciales, sino también de emisiones y seguridad. Pero es evidente que lo primero importa, y mucho. Un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya dado a conocer recientemente por la propia feria sobre las ediciones de 2013 y 2014 recuerda que el impacto económico sobre el sector de las energías renovables fue de 4,2 y 5,4 millones de euros respectivamente.
El estudio añade que “según la tipología de empresa, en 2014 las que obtuvieron un mayor número de contratos (por encima de la media) fueron los distribuidores y los instaladores, mientras que los fabricantes y las entidades que realizan actividades comerciales son las que experimentaron una evolución más positiva respecto del año anterior”.
Otros retos: atraer a la innovación y el desarrollo de relaciones internacionales
Los organizadores de la cita (Ayuntamiento de Vic, Generalitat de Catalunya, Centre Tecnològic Forestal de Catalunya, Consell Comarcal d’Osona y diputaciones de Barcelona y Girona) consideran que atrae a “una representación elevada de la cadena de valor y tejido empresarial del sector catalán de la biomasa, ha conseguido una gran afluencia de público local, ha creado unas jornadas de calidad y, lo que es más importante, ha tenido un impacto económico positivo para el sector”.
Los mismos organizadores resaltan el cambio de nombre, del que desaparece el adjetivo forestal. “Está pensado sobre todo para dar cabida, en primera instancia, a la biomasa agrícola y, más adelante, a nuevas posibilidades”, explican desde la feria. Añaden que “en este contexto también hay que destacar la constitución del clúster de la biomasa de Cataluña, donde están representadas buena parte de las empresas del sector”.
También citan como un reto “ampliar la oferta comercial con empresas auxiliares del sector de la biomasa y, a la vez, incidir más en el ámbito industrial, de manera que sea más representativo”. Por último, aseguran que trabajan para “atraer público académico, hacer que la feria sea un punto de transferencia de conocimiento y de innovación y el desarrollo de relaciones internacionales para lograr que sea un referente en el arco mediterráneo”.