Se afirma además que es la mayor planta en operación en la modalidad de generación distribuida en el país y que suministrará energía a centros de datos, torres telefónicas y otras estructuras operativas del operador.
Las instalaciones, construidas por RZK Energía, una empresa del Grupo Rezek, ocupan 700 metros cuadrados, cuentan con un centro de generación formado por un conjunto de cuatro motores eléctricos con baja emisión de ruido, conectados al vertedero municipal de la ciudad a través de ductos.
El vertedero de Nova Iguaçu recibe 4.500 toneladas de residuos al día de varios municipios de la región de la llamada Baixada Fluminense, la segunda más populosa del estado carioca, con más de tres millones de habitantes, solo superada por la capital, Rio de Janeiro. Además de reducir los costos de reciclaje de residuos, la planta de biogás de Claro evitará la emisión de más de 15.000 toneladas de CO2 al año, equivale a la plantación de 122 árboles.
La inversión es parte del Programa Energético de Claro, que fue lanzado en 2017. El programa propone la autosuficiencia energéticamente a partir del uso de fuentes renovables y acciones para proteger el medio ambiente en todas las actividades e instalaciones del operador en Brasil.
El año pasado, dicho programa permitió lograr el 40 % de la propia generación de energía en unidades de baja tensión. Además del uso de biogás, los proyectos también pretenden utilizar fotovoltaica, hidroeléctrica y de cogeneración calificada en todas las concesionarias de energía eléctrica; también incluyen acciones con vehículos eléctricos.