Hace dos meses Petronor-Repsol presentaban el Proyecto del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), para "avanzar en la descarbonización de sectores estratégicos como energía, movilidad, industria y servicios". Los impulsores prevén una inversión de 1.300 millones de euros hasta 2026, cuando concluirá la primera fase del proyecto, que incluye la construcción de una planta de biogás que, a partir de residuos sólidos urbanos, producirá hidrogeno verde.
Es aquí donde entra en acción el departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas del Diputación Foral de Gipuzkoa, que, como anuncia en una nota de prensa, se suma a BH2C con una planta piloto “a partir del biogás generado actualmente en la planta de tratamiento de los residuos orgánicos del complejo medioambiental de Zubieta para la generación de hidrógeno de muy alta calidad para su uso en el transporte público”.
El hidrógeno se destinará, según la propia Diputación Foral, a su uso en el transporte público de viajeros y en los camiones de recogida de los residuos sólidos municipales. “La producción de hidrógeno será de 500 kg/día, suficiente para abastecer de combustible a cinco autobuses interurbanos y cinco camiones de recogida de residuos”.
Una planta piloto frente a autobuses que ya se mueven con biometano
Anuncian también que “dicha planta dispondrá a su vez de un sistema de captura y almacenamiento de CO2 que permitirá avanzar hacia la renovación progresiva de la flota de autobuses al uso de hidrógeno, transformando el transporte público en un transporte sin emisiones”. Añaden que “la planta piloto servirá de banco de pruebas y de I+D para todo el territorio estatal, dado que son numerosas las plantas de biometanización existentes que pueden transformarse hacia el sector del hidrógeno”.
Realmente, en la actualidad son varios los proyectos en España que impulsan el uso en el transporte no del hidrógeno, sino del biometano a partir del biogás. Cerca de Gipuzkoa, en Pamplona, un autobús circuló por varias líneas de la comarca pamplonica durante varios meses y miles kilómetros, y en Zaragoza un autobús del Consorcio de Transportes se mueve con biometano procedente del biogás de una granja de cerdos. En el resto de Europa son miles los vehículos que usan este biocarburante, sobre todo en Suecia.
Hace tres años, en el documento base que Naturgy (entonces Gas Natural Fenosa) presentó al I Forúm Tecnológico: Impulsar el desarrollo del gas renovable en España, se afirmaba que “todos los vehículos, electrodomésticos, procesos industriales, etc. que funcionan con gas natural pueden seguir funcionando con biometano y gas natural sintético sin ninguna modificación. El hidrógeno requeriría introducir cambios en los electrodomésticos y la aplicación a gran escala de las células de combustible para automoción, entre otras adaptaciones”.