El informe pone de relieve, en primer lugar, que las condiciones locales de cada país son determinantes en el uso de la bioenergía. Los países analizados (entre otros, la UE pre Brexit, EEUU, Canadá, China, India y Brasil) tienen características distintas que influyen en el aprovechamiento de su potencial; y el tamaño del país y la densidad de población, así como la topografía, las condiciones climáticas y la distribución del uso del suelo son especialmente importantes.
De acuerdo con el informe, los países con baja densidad de población suelen tener una mayor disponibilidad potencial de recursos nacionales de biomasa, mientras que los países con alta densidad de población tienden a depender mucho más de las importaciones para cubrir sus necesidades energéticas y de recursos.
Participación en la cesta energética
Estos son algunos de los datos más relevantes en relación a la participación de la cesta energética de los países analizados:
• La bioenergía representa más de la mitad del total de energía renovable en la mayoría de los países incluídos en el informe.
• Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) siguen desempeñando un papel dominante en la mayoría de ellos. No es el c aso de Brasil, Finlandia, Francia, Noruega, Suecia y Suiza, donde las energías renovables y la energía nuclear representan más de la mitad del suministro total de energía.
• Hay una fuerte tendencia a la disminución del carbón en varios países, sobre todo de Europa y América del Norte; sin embargo, en los últimos cinco años, en muchos países ha aumentado el uso del gas natural, compensando en parte la disminución del carbón. El consumo de petróleo es bastante estable.
Usós según tipos de biomasa
El informe considera cuatro categorías de biomasa: sólida, biogás/biometano y biocombustibles líquidos, y la parte renovable de los residuos municipales.
• La biomasa sólida encabeza las aplicaciones de bioenergía en todos los países. Este susector incluye la madera y los residuos forestales, los residuos de las industrias de transformación de la madera y de la pulpa y el papel, los residuos agrícolas (paja) y los desechos de madera.
• Alemania es el país más avanzado en el uso de biogás/biometano, pero otros países se están poniendo al día, como Dinamarca, que casi ha triplicado el uso del biogás en cuatro años.
• Los biocombustibles líquidos han vuelto a aumentar su participación como combustible para el transporte tras una cierta ralentización en el periodo 2010-2015.
• El uso de los residuos municipales (RSU) para la producción de energía y/o calor está relacionado con la fase de desarrollo de la gestión de residuos en cada país. Así, su uso está bastante avanzado en Escandinavia y Europa Occidental. Por lo general, alrededor de la mitad de los RSU son renovables o de base biológica.
Participación por sectores
La bioenergía participa en los tres principales sectores energéticos: la electricidad, la climatización y el consumo de energía del transporte, pero en distinta proporción.
• La bioenergía es el tipo de energía renovable dominante en climatización y en el uso energético del transporte.
• Electricidad. En Dinamarca, Finlandia y Estonia, la bioelectricidad representa más del 15% de la producción de electricidad, y más del 10% en el Reino Unido, Suecia, Alemania y Brasil. La bioelectricidad se genera, sobre todo, a partir de biomasa sólida, excepto en algunos países que utilizan principalmente biogás (Alemania, Italia y Croacia) y en Suiza, que recurre más a los RSU. La sostenibilidad del abastecimiento de biomasa ocupa un lugar destacado en todos ellos.
• Climatización. Los combustibles fósiles siguen dominando, aportando, normalmente, más del 75% del suministro del combustible utilizado para calefacción. Los avances más importantes se han producido en países con una fuerte presencia de la calefacción urbana y/o de las industrias de transformación de la madera. A destacar, Dinamarca, Estonia, Suecia y Finlandia. En las economías emergentes, el uso tradicional de la biomasa está disminuyendo, pero a menudo se sustituye por combustibles fósiles.
• Transporte: este sector es el más difícil, ya que sigue dominado por los combustibles fósiles en un 95% en la mayoría de los países. Brasil y Suecia son los que han alcanzado una cuota más elevada de bioenergía en el transporte, con el 25% y el 21%, respectivamente, mientras que Noruega y Finlandia han superado el 10%.
• Entre los tipos de biomasa utilizados para el transporte, dominan los biocombustibles, en especial el biodiésel y el bioetanol. Otro dato destacado por el informe en relación a este sector es que en los últimos años hay una tendencia creciente hacia los biocombustibles avanzados (sobre todo a base de residuos).
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En cuanto al uso de la electricidad de origen renovable en el transporte, IEA Bioenergy indica que, a día de hoy, sólo representa entre el 0,1 y el 4% y se usa, sobre todo, en el ferrocarril. Los autores del infoirme indican que aunque las ventas de vehículos eléctricos aumentarán en los próximos años, la sustitución del parque automovilístico llevará tiempo, por lo que los combustibles seguirán siendo necesarios para el sector del automóvil en las próximas décadas. Su proyección es, asimismo, que los sectores del transporte pesado y de larga distancia seguirán dependiendo de los combustibles durante bastante tiempo. Así que los combustibles renovables seguirán siendo una opción importante para desplazar a los combustibles fósiles en este sector.
La AIE Bioenergía es una organización creada en 1978 por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) con el objetivo de mejorar la cooperación y el intercambio de información entre los países que tienen programas nacionales de investigación, desarrollo e implantación de la bioenergía.