Unión por la Biomasa expuso en la última edición de Genera las cuestiones que considera claves para el sector y que han presentado a los principales partidos políticos para que sean consideradas en sus programas electorales e implementadas en la próxima legislatura. Son prácticamente las mismas que les plantearon de cara a las elecciones pasadas. Una de ellas es la creación de una comisión interministerial permanente con representación del sector que aborde el desarrollo de este “en su conjunto, no únicamente desde un punto de vista energético, sino considerando igualmente los ámbitos agrícola, forestal, ganadero, industrial y rural; y siempre en concordancia con políticas autonómicas”.
Otra de las demandas es el establecimiento de un marco normativo específico que reconozca el aporte socioeconómico, fundamentalmente la creación de empleo, ahorros en compra de emisiones de gases de efecto invernadero y la prevención de incendios forestales. A su vez, piden la derogación de la moratoria renovable, debido a que “la biomasa se encuentra aún lejos de alcanzar los objetivos del Plan de Renovables 2011-2020”.
Convocatorias de potencia que no sean hechos aislados
Considera Unión por la Biomasa que “la promoción de las biomasas debe ser un objetivo prioritario de las políticas públicas, pues contribuye a alcanzar los objetivos de muchas de ellas: desarrollo rural, economía circular, cambio climático, etcétera”. Por otro lado, afirman que “las convocatorias de potencia no deberían constituir hitos aislados, sino establecerse periódicamente con objeto de promover un desarrollo ordenado del sector y la consecución de los objetivos establecidos”.
También se considera importante que lo óptimo es lograr la compatibilidad entre el desarrollo del sector térmico y el eléctrico. Para ello piden “no abandonar el desarrollo de la vertiente eléctrica por apoyar la térmica; debe proporcionarse apoyo al desarrollo de un mercado consolidado de combustibles biomásicos independientemente del uso energético, lo contrario generará disfunciones”. El “fomento de un mercado de biomasas nacional, que aglutine a los micromercados existentes en la actualidad” se añade igualmente como demanda.
Políticas energéticas y ambientales congruentes
En materia de política y legislación, Unión por la Biomasa estima “imprescindible que las políticas energéticas relativas a la biomasa se desarrollen siempre en congruencia con los objetivos ambientales. Asimismo, las políticas fiscales deberían incentivar, o al menos no penalizar, el aprovechamiento de los recursos biomásicos”. Añaden que “la actualización de la legislación vigente con competencias en cosecha y logística de las biomasas supondría introducir cambios en la estructura orgánica de las Administraciones competentes (agricultura y medio ambiente, entre otras), a escala nacional (ministerios) y autonómica (consejerías), con objeto de evitar la actual dispersión competencial y determinadas lagunas de intervención administrativa”.
En cuanto a Apropellets y su participación en la jornada Modelo Energético Sostenible: Reducción de CO2 de la Asociación Técnica para la Gestión de los Residuos, Aseo Urbano y Medio Ambiente (Ategrus), sirvió para incidir en la creciente importancia de la industria del pélets en España y su posición favorable en costes e impacto ambiental frente a los combustibles fósiles, a pesar de la actual situación de bajos precios del petróleo.
Sigue siendo rentable cambiar gasóleo por pélet
Benito García, responsable de comunicación de la patronal del sector del pélet en España, aseguró que “a pesar de los precios actuales de los combustibles fósiles, los más bajos de los últimos veinte años, sigue siendo rentable y genera ahorro económico, además del ambiental, la sustitución de calderas de gasóleo por pélet”. “Sabemos que (la bajada) es por circunstancias temporales geopolíticas o estratégicas y coyunturales –añadió García–, por lo que es previsible que subirán nuevamente; y el petróleo y el gas son recursos finitos, a diferencia de la biomasa, especialmente aplicando criterios de sostenibilidad”.
En Apropellets aseguran que “España ha desarrollado una industria del pélet distribuida por toda la geografía nacional que le permite dar respuesta a la demanda del sector primario, industrias, instituciones públicas y particulares”. En Genera expusieron cifras en las que se ha pasado de fabricar y distribuir 100.000 toneladas en el año 2011 a 500.000 en 2015. “Es precisamente este ajuste de la oferta a la demanda lo que permite que los precios ya no fluctúen apenas, ni siquiera en las épocas de mayor consumo, que es en invierno (temporada alta)”, explicó Benito García.
En cuanto a las emisiones, se destacó la importancia de usar pélets certificados (ENplus o Dinplus) que garantizan el cumplimiento de los límites a las mismas. Benito García señaló que con respecto a los valores de emisión en los que la combustión de biomasa se encuentra por encima de los otros combustibles, especialmente las partículas, “la evolución en los últimos años ha sido extremadamente favorable, a consecuencia de las mejoras tecnológicas en los equipos de combustión y a la severidad de las nuevas reglas que han de cumplir estos equipos, que contemplan desde la suspensión de la puesta en marcha a partir de 2024 de los equipos fabricados antes de 2010, hasta la reducción de un 40% en emisión de partículas de los fabricados a partir de 2014”.
