La representación española en la EUBCE, celebrada entre el 12 y el 15 de junio en Estocolmo (Suecia), no fue precisamente de las más numerosas, y ni mucho menos llegó a la de los tres principales países en número de asistentes: Suecia, Alemania e Italia. Sin embargo, este evento consolidado como el más importante del sector en Europa sirvió para que se conociera uno de los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico en los que trabaja el Ceder-Ciemat.
Enerbioscrub concluye a finales de este año y tiene como objetivo principal “la gestión sostenible de formaciones arbustivas con fines energéticos en el sur de Europa, contribuyendo a su vez a la reducción del riesgo de incendios”. Enmarcado en el programa LIFE+ de la Unión Europea, fue el principal protagonista de las intervenciones de los investigadores del Ceder-Ciemat.
Pélets producidos tras la recolección de matorral y tras un año de almacenamiento
Raquel Bados, perteneciente a la Unidad de Biomasa, recordó que se trabaja “en el balance energético de la preparación de pélets a partir de cuatro biomasas procedentes de la recolección mecanizada de matorral (jara, escoba, brezo y tojo) en cuatro zonas de Castilla y León y Galicia, la calidad de los pélets obtenidos y los resultados de los análisis de ciclo de vida de todo el proceso, desde la recolección hasta su combustión”.
Elena Borjabad, perteneciente a la Unidad de Procesos de Conversión Térmica, añadió que “se ha analizado la influencia del almacenamiento a la intemperie de la biomasa de jara y escoba en su comportamiento durante la combustión”. Con ello “se han incluido resultados de emisiones y de tendencia a la formación de escorias, obtenidos en ensayos de combustión de pélets producidos justo después de su recolección y fabricados tras un año de almacenamiento de estas biomasas en el campo”, concluyó Borjabad.
Gramíneas forrajeras para cultivos energéticos en tierras abandonadas
Fuera ya de Enerbioscrub, Carlos Ciria, también de la Unidad de Biomasa, mostró en una conferencia los resultados de rendimientos de biomasa y contenido energético de distintas especies de gramíneas forrajeras perennes y su comportamiento en zonas de tierra marginal en la provincia de Soria.
Explicó Ciria que estos trabajos pueden servir como modelo a los países del sur de Europa que comparten este mismo problema, con condiciones de aridez cada vez más notables, donde el cultivo de las especies tradicionales como trigo y cebada no es rentable en la actualidad.
Desde el Ceder-Ciemat añaden que con este estudio se pretende ofrecer otra alternativa a este tipo de tierras para que no se abandonen. Señalan también que el mismo investigador aportó datos de doce especies de gramíneas forrajeras perennes y su idoneidad para ser usadas como cultivo energético en climas continentales, de inviernos muy fríos y veranos cálidos y lluviosos, tras su estancia en la Universidad de Dakota del Norte, en Estados Unidos.
Unidades con “mayor nivel de calidad y de producción científica”
Precisamente las unidades de Biocombustibles Sólidos, englobada a su vez en la de Biomasa, y la de Procesos de Conversión Térmica del Ceder-Ciemat obtuvieron poco después la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, “distintivo que reconoce a los grupos de investigación de la comunidad que cuentan con un mayor nivel de calidad y de producción científica”, señalan desde este centro ubicado en Lubia (Soria).
El objetivo principal de la Unidad de Biocombustibles Sólidos es evaluar, producir, pretratar y caracterizar la biomasa lignocelulósica. La Unidad de Biomasa a la que pertenece inició su actividad hace más de treinta años, recuerdan en el Ceder-Ciemat, “siendo pioneros en España en la realización de proyectos de I+D en el ámbito de la utilización energética de la biomasa”. Por su lado, la Unidad de Procesos de Conversión Térmica está relacionada con la generación de conocimiento en procesos térmicos, como la combustión y gasificación de biocombustibles y residuos sólidos.