La Agencia Balear del Agua -informa el Gobierno regional- redactará un anteproyecto de planta de biogás y compostaje "aplicando soluciones tecnológicas innovadoras basadas en la naturaleza". El objetivo final es ejecutar una planta piloto de biogás y compostaje de lodos de depuradora que se pueda replicar en otras depuradoras de la red de infraestructuras hidráulicas que gestiona la Agencia. Hydrousa -informa el Govern balear- es un proyecto europeo de investigación Horizonte 2020 (2018-2023), compuesto por 27 socios, que cuenta con un presupuesto total financiado de casi 10 millones de euros y cuyo objetivo es proporcionar "soluciones innovadoras, regenerativas y circulares para la gestión del agua basadas en la naturaleza de las zonas costeras de la cuenca mediterránea". Así, Hydrousa prevé desarrollar soluciones de ingeniería ecológica para el tratamiento y reutilización de las aguas residuales y lodos de depuración, que deberán pasar por las economías locales y estar basadas en cadenas de valor circulares. Los resultados del proyecto -explica el Govern- deben estar dirigidos a promover "una situación de beneficio mutuo para la economía, el medio ambiente y la comunidad dentro del nexo agua-energía-alimentos-ocupación".
El proyecto europeo prevé la instalación y prueba demostrativa de soluciones en Lesbos, Mykonos y Tinos, en Grecia. Las mejores soluciones estudiadas se replicarán en 25 lugares de la región mediterránea. Entre ellas, tres lugares de las Islas Baleares: Formentera, Cabrera y Mallorca. El proyecto está coordinado por la Universidad Nacional Técnica de Atenas. En España participa el Instituto de Ciencia y Búsqueda del Agua (ICRA) de Girona y la Universitat de les Illes Balears (UIB). La doctora Caterina Amengual, del grupo de investigación de Ecología Interdisciplinar de la UIB, coordinará las tareas de adaptación y diseño de las soluciones de ingeniería ecológica en las Illes Balears.
Según el Govern, este proyecto "responde a los objetivos que marca la Ley balear de cambio climático y transición energética, donde se establece que las administraciones tienen que desarrollar acciones encaminadas a la mitigación y la adaptación al cambio climático en las Illes Balears, y a los de la Ley balear de residuos, que promueve la valorización energética de los lodos de aguas residuales depuradas, así como su reutilización para el uso agrícola".
En la actualidad, la depuradora de aguas residuales de Emaya (empresa pública encargada de la gestión de agua y residuos) en Palma de Mallorca ya produce biogás. Durante el verano de 2018 Emaya presentó un estudio realizado por Dabar Ingenieros y Genia Global Energy en el que se exponían las ventajas ambientales, económicas y para la salud de apostar por el biogás purificado en biometano, además del compost, para aprovechar la recogida selectiva de la fracción orgánica e incluso la procedente del contenedor de restos.