En España se está a la espera de que se transpongan dos directivas que permitirían el desarrollo íntegro de las comunidades energéticas locales. Mientras tanto, aparte de los proyectos en ciernes de desarrollo e implantación de estas comunidades, otros tantean de qué manera podrían llevarse a cabo con una participación efectiva y segura para la ciudadanía, que sería quien estaría en el centro de las mismas.
La cooperativa Goiener, que realiza trabajos preparatorios en varios municipios, entre ellos Hernani (Gipuzkoa) y Leitza (Navarra), para el desarrollo de comunidades energéticas locales, tiene claro que están se incluyen en una de sus máximas: “Desde que nacimos hemos querido que la energía sea algo de todas y para todas”. Ahora lo intenta desde el proyecto BECoop.
BECoop forma parte del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea (UE) y su objetivo es “proporcionar las condiciones necesarias y las herramientas de apoyo técnico y empresarial para potenciar el mercado subyacente de la bioenergía desplegada por comunidades de ciudadanos”. También busca que “los proyectos de bioenergía comunitaria sean más atractivos para los posibles interesados y fomentar nuevos vínculos y asociaciones entre la comunidad bioenergética internacional”.
Comunidades bioenergéticas en España, Grecia, Polonia e Italia
La participación está abierta ahora mismo a cualquier persona que conteste el cuestionario que tiene abierto BECoop sobre conocimientos e interés en general en energías renovables y bionergía y sobre el empleo de esta dentro de “comunidades bioenergéticas”. Goiener es una de las diez entidades socias de siete países que participan en el proyecto y además coordina el área piloto donde implantar una comunidad.
BECoop pone a prueba la aplicación del plan de apoyo a la calefacción comunitaria mediante bioenergía con cuatro casos piloto complementarios que sirvan de ejemplo y réplica en toda la UE. En uno de ellos trabajo Goiener, en una comunidad que ahora trabaja con otras fuentes de energía renovable y que plantea ampliar sus actividades a la calefacción con bioenergía.
Una de las tres restantes zonas piloto se centra en Grecia, con otra comunidad ya existente en torno a la producción de pélets, que plantea ampliar su cadena de suministro de biomasa y extender sus actividades a la producción de bioenergía. Las otras serían de nueva implantación completa y se ubican en Polonia y en Italia, siempre con conceptos similares de energía comunitaria con biocombustibles principales centrados en calefacción.
Barreras a eliminar
Desde el proyecto son conscientes que primero deben salvar tres barreras: falta de preparación para que las comunidades aprovechen todo el potencial del mercado de la bioenergía, falta de sensibilización de las partes interesadas sobre el potencial de las comunidades y falta de apoyo (local, regional y nacional) y condiciones políticas apropiadas.
Las RESCoop (nombre que da BECoop a estas comunidades) que producen calor a través de la bioenergía son escasas. BECoop quiere “eliminar las barreras, empoderando a los consumidores de energía para que tomen decisiones informadas y se conviertan en prosumidores activos que actúen como colaboradores y financiadores grupales de la transición energética, garantizando un acceso transparente, seguro y protegido a la energía comunitaria y a la justicia energética”.
Herramientas para eliminar las barreras
Consideran que las comunidades de bioenergía tienen un papel clave para un futuro sostenible, con una serie de beneficios: lucha contra el cambio climático, creación de empleo local, mitigación de la pobreza energética, seguridad del suministro energético, sistemas de energía flexibles y reducción de las tarifas de suministro, del consumo energético y de las emisiones de GEI.
El proyecto pone a disposición de los participantes algunas herramientas para romper las barreras, como una plataforma de intercambio de conocimientos como ventanilla única que facilite la colaboración entre regiones y sectores y una herramienta de autoevaluación del estado y el potencial de la bioenergía comunitaria con las medidas técnicas y empresariales recomendadas.