“Hablamos de una planta que dice que va consumir 518.000 toneladas anual de biomasa forestal de pino y eucalipto, cuando la Fundación Asturiana de la Energía, en los estudios realizados de caracterización, habla de una capacidad anual sostenible de abastecimiento de biomasa de 170.000 toneladas, por lo que resulta evidente que todo el abastecimiento va a proceder de otras regiones y países, con los impactos que esto conlleva”.
Esta alegación de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, la primera de un total de ocho, refleja una de las cuestiones que más preocupa al movimiento ecologista y también a sectores de la ciencia y forestales: la sostenibilidad ambiental de una planta de este tipo (cincuenta megavatios) al tener que importar la biomasa forestal de lugares lejanos.
Desde Greenalia comentan que “es importante dejar muy claro que la biomasa que se usa es exclusivamente de restos de las cortas que además se han certificado previamente”; para añadir que “debido a la situación estratégica de Gijón, podremos usar biomasa de cortas de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia, lo cual hace totalmente viable la implantación del proyecto”.
De 518.000 toneladas anuales de biomasa forestal a menos de 500.000
“El radio de abastecimiento de una planta de este tipo es de entre 50-150 kilómetros (en el resto de Europa el ratio es mucho más alto), y la solución a la contaminación del transporte pasa por hacerlo con medios sin emisiones”. Con esta afirmación también contestan a las alegaciones sobre las emisiones de los camiones que llevarían la biomasa a la planta y que reduciría el efecto neutro en carbono de la producción de energía con biomasa.
También se cuestiona la cantidad de madera anual que exponía Greenalia en el proyecto de instalación de la central: 518.200 toneladas al año de residuos forestales de pino y eucalipto. “Esas toneladas se refieren a toneladas húmedas, y en la experiencia de Galicia, que es del mismo tamaño (se refiere Greenalia a la planta de Curtis-Teixeiro de A Coruña, a punto de entrar en funcionamiento), es que se usarán menos de 500.000”.
Ante las preocupaciones por incrementar la demanda de pino y eucalipto, que incluso pueda conllevar nuevas plantaciones de este último, Greenalia asegura que “las especies no tienen por qué ser esas, sino que las de la corta que se haya hecho y autorizado previamente, por lo que nos aseguramos que la biomasa que usamos ha sido previamente autorizada por un organismo de la Administración”.
Alegaciones de EdP, que quiere convertir a gas una central térmica al lado
El Principado de Asturias comunicó a finales de diciembre de 2019 a través de una resolución estas y el resto de alegaciones y preguntas derivadas de la exposición pública del proyecto. “La resolución del Principado con el documento de alcance del estudio de impacto ambiental lo estamos estudiando todavía, pero al estar en un área industrial no debería de haber problemas”, explican desde Greenalia ante los cuestionamientos sobre emisiones, transporte y traslado de la electricidad planteados.
Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies advierten que “se pretende su instalación en un concejo con una elevada contaminación del aire, que se va a agravar con las nuevas instalaciones previstas en los próximos meses: baterías de coque de Arcelor y central térmica de Arcelor”.
El proyecto ha recibido también alegaciones de ayuntamientos de la zona, del movimiento vecinal y de la eléctrica EdP, que es propietaria de la central térmica de carbón de Aboño (la de Arcelor citada anteriormente), muy cercana a la ubicación que proyecta Greenalia y con intención de seguir en activo utilizando gas como combustible, además de “los gases siderúrgicos de ArcelorMittal”.
Mismos plazos e inversión en Zalia que en Curtis-Teixeiro
En cuanto a la planta de Greenalia, la empresa se aventura incluso a darle el mismo plazo de ejecución que la de Curtis-Teixeiro: “el tiempo que tardamos desde el inicio de tramitaciones con las Administraciones Públicas hasta tener la planta terminada fue de cuatro años”. Hace unos días, cuando anunciaron la creación de “una fundación dirigida a impulsar acciones que fomenten, entre otras, la transición energética y la igualdad”, remarcaron también que la planta estaba previsto que se conectara a la red en los próximos días.
Otros datos que asemejan el proyecto en la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) de Gijón con la de A Coruña son que la inversión total será aproximadamente la misma: 135 millones de euros. “Sobre la generación de empleo estimamos unos mil para las fases de construcción, cien estables para recogida de biomasa tras el inicio de actividad y unos cuarenta en la planta”.