“Introducir las energías renovables en el consumo de la aviación pasa por el desarrollo de biocarburantes. Afrontar con éxito esos desafíos es una de las apuestas del IDAE, en particular a través de las medidas que para el desarrollo del sector de los biocarburantes se incluyen en el Plan de Energías Renovables 2011-2020”. Jaume Margarit, director de Energías Renovables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), ha realizado estas declaraciones durante la firma del convenio junto al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), el Ministerio de Fomento, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), y Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica (Senasa).
Según un comunicado de prensa conjunto, el objeto del convenio, al que se añade un acuerdo con trece empresas y centros tecnológicos, es “impulsar la producción de bioqueroseno para su empleo por la aviación en España, desde la producción de materias primas sostenibles, hasta el uso comercial de las aeronaves”. La variada representación, tanto ministerial como empresarial y tecnológica, busca “analizar y explotar el potencial de generación de riqueza y empleo de esta cadena de producción y consumo, fortaleciendo y posicionando tanto al sector aéreo español como a las industrias implicadas en todo el ciclo productivo”. Es la primera vez que tiene lugar en España un acuerdo de esta envergadura.
Diez empresas, el Ciemat, Tecnalia y un esquema de sostenibilidad
Gran parte de las empresas ya han participado, en España y fuera de nuestras fronteras, en la producción, suministro y consumo de biocarburantes, tanto en vuelos de prueba como comerciales. Cuatro de ellas fueron protagonistas del citado vuelo del puente aéreo Madrid-Barcelona: Airbus, Iberia, Repsol y Honeywell-UOP, el productor del bioqueroseno. Además, participan Camelina Company España, Cepsa, Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), Residuos y Refinados Iberia, Pullmantur Air y Tecbio (Tecnología y Biomasa Sostenible).
Además de las empresas, el acuerdo lo han suscrito dos centros tecnológicos,
Tecnalia y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), y la Roundtable on Sustainable Biofuels (RSB). Este último desarrolla uno de los siete primeros esquemas de sostenibilidad aprobados por la Comisión Europea el pasado mes de julio. De esta manera, se incorpora también el marchamo de la sostenibilidad a la iniciativa. En dicho esquema, además de empresas, colaboran ONG ecologistas y organismos como WWF, Conservation International, Wetlands International, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Fundación de las Naciones Unidas.
En relación a la materia primera utilizada para la fabricación del bioqueroseno, la nota de prensa subraya que “los datos manejados indican que la utilización de plantas como la camelina, ya cultivada en España en la actualidad en ensayos piloto y cuya principal característica es su adaptación a suelos de bajo rendimiento o en desuso, son el primer paso para extender su cultivo a zonas agrícolas de nuestro país actualmente en retroceso o abandonadas por falta de rentabilidad”. Añaden que “todos los cálculos muestran una clara sostenibilidad medioambiental de dicho cultivo y una generación de empleos ligadas al cultivo y producción, y su implantación, conjugada con su trasformación en biocombustibles de aviación, permite cumplir objetivos de diversificación energético necesarios en un país como España netamente importador de petróleo”.
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