Glastonbury pasa por ser uno de los festivales más preocupados por mitigar el impacto ambiental que ocasionan cerca de 200.000 personas durante cinco días. Este año se celebró del 26 al 30 de junio, y aunque la organización puso especial empeño en limitar los envases de un solo uso, especialmente los de plástico, la información y las imágenes de la BBC volvieron a recoger escenas de basuras de este tipo desperdigadas por todo el recinto.
Sin embargo, la organización se empeña en mejorar año a año su vertiente ambiental, y este 2019 ha visto como la empresa Aggreko, multinacional que abastece de equipos de energía modular a este tipo de eventos, le suministraba generadores alimentados con hidrobiodiésel procedente de aceites de cocina usados y grasas animales.
Según Aggreko, sus generadores Green D+, que sumaron 25 megavatios de potencia en Glastonbury, cuentan con una composición que reduce de forma significativa la emisión de partículas, en un ochenta por ciento las de gases de efecto invernadero y a cero las de azufre. Por otro lado, también resalta la poca contaminación acústica que originan.
4.500 litros de aceite de cocina usado para producir biocombustibles
Bill Egan, ingeniero principal de Aggreko Events Services, afirma que “impulsar un evento como Glastonbury presenta un gran desafío. El uso por parte de hidrobiodiésel bajo en carbono, combinado con nuestras innovadoras soluciones térmicas, híbridas, de almacenamiento y de energía solar asegura que todos disfruten el festival sin interrupción". Según la información de la BBC, los 4,500 litros de aceite de cocina gneerados durante el evento se convertirán también en biocombustible
Por otro lado, por cuarto año consecutivo, el pis generado en una de las zonas de urinarios del festival (Pee Power), diseñada para cuarenta personas, sirvió para generar toda la electricidad de esta instalación y para otra de las áreas del festival (Pee to Game), la destinada a los juegos retro de consolas y ordenadores.
Desde la la University of the West of England en Bristol, desarrolladores del sistema gracias a un equipo de investigadores en el que participan científicos españoles, recuerdan que la orina, aparte de alimentar pequeñas celdas de combustible microbianas, una vez desinfectada produce también fertilizantes para las plantas, al estilo de los digestatos de las plantas de biogás.
El Pee Power de Glastonbury, también en Uganda y Kenia
Hace tres años, cuando recogimos por primera vez esta información, tras el primer año de pruebas, los investigadores aseguraban que este sistema servía de prueba para implantarlo posteriormente en campos de refugiados y países en vías de desarrollo. La información actual desde UWE Bristol confirma estos avances.
Ioannis Ieropoulos, director del Centro de Bioenergía de Bristol, afirma que “desde 2017 hemos tenido mucha actividad con nuestra tecnología y su introducción en escuelas de Uganda y Kenia que respaldan nuestro objetivo de mejorar la seguridad y el saneamiento en las comunidades más pobres del mundo, incluidos los campamentos de refugiados y los barrios marginales”.
Antes del festival, este mismo investigador aseguraba que “nuestro sistema se está refinando y haciendo más eficiente, y por primera vez alimentaremos algunas de las aplicaciones directamente, sin necesidad de baterías. Incluso esperamos generar electricidad excedente, especialmente durante los momentos más concurridos del festival”.
Fotovoltaica y biogás para producir energía todo el año
Desde UWE Bristol añaden que “la presencia de las instalaciones en Glastonbury es el resultado de una estrecha colaboración con socios como Oxfam y los especialistas en construcción de cabañas y jardines Dunster House y WhiffAway, en un esfuerzo colectivo para mejorar la vida en los campamentos de refugiados y áreas del mundo sin servicios sanitarios ni electricidad”.
Por último, y volviendo a Glastonbury, desde la organización recuerdan que, cuentan con una de las mayores centrales fotovoltaicas de Inglaterra, formada por 1.316 paneles, que producen cada año 205.700 kilovatios hora de energía. Además, concluyen con que a finales de 2018 comenzó la instalación de un nuevo digestor anaeróbico.
Para la edición de 2019, dicho digestor ha producido biogás para alimentar buena parte de las necesidades energéticas del escenario principal (Pyramid Stage), así como las de las oficinas de dicho evento, que funcionan a lo largo de todo el año.