La noticia la dio a conocer la semana pasada la compañía Neste, multinacional finlandesa que produce diferentes tipos de biocarburantes a partir de residuos y en varias plantas situadas en Europa y Asia. Asegura que el futuro gobierno de Finlandia ha presentado un programa con “objetivos ambiciosos sobre el clima”, que incluye llegar a emisiones cero en 2035.
La compañía finesa, cuyo uno de sus suministros principales es biocarburantes para la aviación, añade que dentro de dicha reducción en el sector del transporte “se apunta hacia una participación del treinta por ciento de los biocarburantes sostenibles en el sector del transporte aéreo a través de una combinación de combustibles mixtos”.
Pocos días después Neste y Air BPafianzaron su acuerdo de producción y distribución de biocarburantes para la aviación para abastecer de combustible a los aeropuertos suecos de Estocolmo-Arlanda, Malmoe, Umeå, Åre Östersund y Gotemburgo. Con ello se pretende “ayudar a Swedavia (empresa pública que gestiona el control del tráfico aéreo en estos aeropuertos) a lograr sus objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Finlandia quiere reducir las emisiones del transporte a la mitad en 2030
En la nota de prensa en la que anuncia las intenciones del nuevo Gobierno de Finlandia, Neste pone precisamente a Noruega y Suecia como ejemplos de otros países que apuestan abiertamente por la incorporación de biocarburantes en la aviación. En el caso de Suecia recuerda que se ha planteado un objetivo de reducción de emisiones en este sector que esperan que sean del 0,8 por ciento en 2021 y alcance el 27 por ciento en 2030.
Al menos desde 2013, Neste Oil fabrica biocarburantes para la aviación, sobre a partir de aceites usados. Además, el año pasado presentó una página web (decarbonizingaviation.com) “para crear conciencia y facilitar el diálogo con el objetivo de reducir la huella de carbono de la industria de la aviación”.
La compañía muestra su satisfacción por las noticias que llegan desde el nuevo Gobierno, que incluyen una reducción a la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en transporte para 2030. “Los combustibles renovables producidos de manera sostenible desempeñarán un papel importante para el logro de este objetivo”, destacan desde Neste.