La filial de FCC presentó la pasada semana en Londres el proyecto All-gas, incluido dentro del Séptimo Programa Marco de I+D+i de la Unión Europea. Aqualia lidera esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto de doce millones de euros (siete millones proceden del presupuesto comunitario) y cuyo objetivo principal es aprovechar aguas residuales para destinarlas al cultivo de microalgas, de las que posteriormente se extraerán productos energéticos como el biodiésel.
En una nota de prensa emitida por Aqualia explican que el proyecto se llevará a cabo en cinco años: “una primera fase de dos años dedicada principalmente a la investigación y una segunda fase, que comprende los tres restantes, para la producción propiamente dicha”. La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de El Torno, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), albergará las instalaciones destinadas a los trabajos de la primera fase. Por otro lado, en las salinas municipales anexas se habilitarán dos lagunas, un sistema de recolección de algas e instalaciones auxiliares. Para la segunda está previsto construir una planta industrial de diez hectáreas para el cultivo de algas.
Algunas de las ventajas e innovaciones de All-gas reseñadas por Aqualia son “la mejora de la eficiencia, ya que se trata de un cultivo de rápido crecimiento, como las microalgas, así como la eliminación simultánea de nutrientes de las aguas residuales y la recolección y procesamiento de la biomasa para el aceite y otras extracciones químicas”. Añaden además que es “la primera vez que se desarrolla un proyecto de estas características a gran escala: diez hectáreas de cultivo”. Prevén que con los biocarburantes producidos en esta extensión se pueda cubrir el consumo anual de una flota de 400 vehículos.
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