Según la última actualización del Mapa de los biocombustibles sólidos 2019 de España, Portugal, Chile, Argentina y Uruguay que elabora la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom), Extremadura aparece con tres plantas de producción de pélets en activo (unas 5.500 toneladas de producción anual), una de huesos de aceituna (10.000 toneladas) y tres de astillas (entre 30.000 y 90.000 toneladas).
En mayo, la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura anunció la subvención con siete millones de euros para la construcción de tres fábricas de pélets y una de carbón vegetal. Ahora, hay una resolución en vigor destinada a adjudicar ayudas en el mismo sentido a microempresas y pequeñas empresas del medio rural con el objetivo de incrementar el aprovechamiento de la biomasa forestal y agrícola de la región.
La resolución de las ayudas, publicada el pasado 13 de noviembre en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), define las tres actuaciones que son objeto de subvención: la construcción de nuevas instalaciones industriales dedicadas a la fabricación de biocombustibles sólidos a partir de biomasa forestal y de residuos agrícolas, incluidos los pélets y el carbón vegetal, la ampliación y mejora de las ya existentes y la adaptación de otras.
La dotación económica total para la presente convocatoria asciende a 5.077.002 euros, a repartir en tres anualidades y con la mayor dotación para los años 2022 y 2023, con 2,6 y 2 millones de euros respectivamente cada uno. Las subvenciones no podrán exceder los dos millones por establecimiento industrial. Además, la empresa beneficiaria “debe realizar una aportación financiera mínima del veinticinco por ciento de los costes subvencionables mediante sus propios recursos o mediante financiación externa, exenta de cualquier tipo de ayuda pública”.