Ahorrar 50.000 euros al año gracias a la sustitución de una caldera de propano por otra de biomasa es mucho ahorrar. Por si quedaba alguna duda, dos representantes de la Bodega Emina, del Grupo Matarromera, incidieron en esta cifra durante diferentes sesiones celebradas en Conecta Bioenergía y Expobioenergía. Es un solo ejemplo de lo que es capaz de alcanzar la bioenergía con un abanico de biocombustibles que empiezan en los sarmientos, palets y barricas que emplean en la Bodega Emina para producir calor; sigue con los sueros de una industria láctea (además de purines, lodos de industrias agroalimentarias y restos de gazpacho) que Ludan Renewable Energy emplea para producir biogás en su planta de Vall d’Uixo; y continúa con bagazo de zumos de naranja, astillas, pelets, briquetas, huesos de aceituna, cáscaras de almendras, restos de poda, alperujo…
Además de las 15.000 personas, el éxito también ha vuelto a visitar a Expobioenergía y sus citas satélites: Conecta Bioenergía, el 7º Congreso Internacional de Bioenergía, que con un formato novedoso ha “conectado” productores y tecnologías con industrias, hoteles y otros usuarios; y Biomun (acrónimo de la jornada Bioenergía para Municipios), amplio panel de ejemplos de ayuntamientos que hablan de las ventajas económicas y ambientales de la biomasa. Castilla y León, que presentó sus primeros datos de inversión con el plan de bioenergía ya en marcha (400 millones de euros de los 2.300 previstos), Andalucía, que recibió el premio Fomenta la Bioenergía, y Extremadura, que a través de unas jornadas mostró su interés por contar con otro plan para potenciar el sector, tuvieron también un lugar destacado en esta edición.
Premios a la tecnología y optimismo con la legislación bioenergética
Otros de los triunfadores de la cita fueron los galardonados con los Premios a la Innovación Tecnológica. El principal fue para la empresa Combustión y Secado Ingeniería, por “una planta pionera a nivel mundial de tratamiento y valorización de harinas cárnicas, grasa animal o biomasa forestal con generación de vapor”. Uno de los accésit se otorgó a la Compañía Industrial de Aplicaciones Térmicas (CIAT), por “la protección de las instalaciones de biogás y optimización energética mediante un sistema de deshumidificación drypack”. Por último, el segundo accésit lo ganó Natural Fire, por “un sistema de extracción de parrilla de quemado por la parte trasera para quemadores de biomasa”.
Los premios demuestran que la tecnología española cada vez tiene más peso en el sector de la bioenergía. Una de las empresas de referencia en este sentido es Taim Weser, que estuvo presente para mostrar su tecnología de cogeneración a partir de la gasificación de la biomasa, pero también para dejar claro que en Expobioenergía se ha hablado, y mucho, de la actualidad legislativa y política del sector. Luis Monge, director del Área de Energías Renovables de Taim Weser, admitió que “no pasamos por el mejor momento para vender electricidad, pero vamos a esperar al autoconsumo para ver con qué ventajas contamos. La situación actual de compás de espera no puede durar mucho, tanto para biomasa como para cogeneración, y preferimos ver el futuro con optimismo”.
Según una información de la Agencia de Noticias de Castilla y León (ICAL), las primeras valoraciones indican un seguro optimismo con respecto a los resultados de Expobioenergía. Su director, Jorge Herrero, afirma que la feria ha vuelto a demostrar el “interés profesional” por la biomasa, que crece de “forma exponencial”. Herrero recordó que los visitantes no sólo han mostrado su interés por la instalación de aplicaciones para la climatización (calor y frío), sino que también han acudido para informarse sobre cómo conseguir ahorros en sus procesos de generación de energía. También se refirió al éxito en los negocios, “por los acuerdos cerrados por muchos expositores para la implantación de instalaciones de calor a partir de biomasa, tanto en el ámbito doméstico como industrial y, especialmente, para los grandes consumidores de energía”.
