“Por su contribución a la valorización sostenible de la biomasa residual aportando la tecnología hidrotermal de carbonización para su uso a escala industrial”. Con este argumento, desde Eubia premian por primera vez a una empresa española dentro de sus galardones, también por ser pionera en la transformación de muy diferentes residuos orgánicos en un producto con un alto poder calorífico. Pieles de cebolla, cáscaras de naranja, paja de arroz, restos de podas, la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos y lodos de depuradoras, entre otros, son sometidos al proceso HTC de Ingelia, reduciendo su humedad y homogeneizando el producto final: biomasa en briquetas o pélets para ser usado como biocombustible.
Actualmente la propia empresa ya fabrica este biocarbón en su planta de Náquera. Tanto el desarrollo tecnológico como esta producción ya en marcha permitieron a Ingelia firmar a finales de 2014 un acuerdo con la multinacional británica del carbón CPL Industries por el que esta se hace con un 10% del capital de la empresa valenciana y se responsabiliza de buena parte de la comercialización del biocarbón de Náquera. El acuerdo incluye los permisos para que CPL desarrolle, bajo la dirección de ingeniería y suministro de la propia Ingelia, su tecnología HTC y construya nuevas plantas en Inglaterra en una primera fase y muy probablemente, en una segunda etapa, en Irlanda, Francia y Alemania.
30% más de poder calorífico
Otro país donde también ha calado la tecnología de Ingelia es Italia. A principios 2015 anunciaba la constitución allí de su primera filial internacional (Ingelia Italia). La nueva sociedad está conformada a medias con capital valenciano y el que aporta su socio italiano, Smarty Agency. Ingelia Italia tiene previsto “gestionar la basura orgánica recogida de forma selectiva en catorce municipios (200.000 habitantes) en la región de La Toscana con el objetivo de transformar en biocarbón de uso energético e industrial los residuos urbanos no sólidos”. El proyecto contempla instalar diez reactores con tecnología HTC con capacidad para procesar 75.000 toneladas por año de basura orgánica.
Desde Ingelia insisten en las enormes posibilidades que ofrece su tecnología, replicable en sistemas modulares, para aplicarlo en España a la gestión de residuos y la generación de energía en industrias agroalimentarias, hoteles y administraciones públicas. La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), a la que pertenece Ingelia, sacó una nota de prensa tras la entrega del premio Eubia en la que resalta que su “proceso patentado permite superar los habituales problemas de humedad de los residuos orgánicos agroalimentarios, forestales o urbanos para valorizar casi todo tipo de materia de este tipo transformándolos en productos energéticos con un 30% más de poder calorífico que los convencionales”.